Sólo tengo que fijarme en la ropa que me pongo habitualmente, para darme cuenta que me sobra casi la mitad de las prendas que tengo en el armario.
Hasta ahora te había contado cómo hacer el cambio de armario de una temporada a otra, o cómo organizar un armario compartido.
En ambos casos te había contado cómo lo hacía yo, con mi método de organización que a mi me funciona.
Hoy quiero ir un paso más allá, quiero invitarte a reflexionar para que encontremos entre las dos un método de organización que se adapte a ti y a tu estilo de vida.
Este ejercicio es importantísimo y es el primer paso para que cualquier proceso de organización sea un éxito.
Lo primero que debemos hacer es desprendernos de todo aquello que no nos vale, no usamos, o no necesitamos para ser conscientes de aquello que tenemos y de lo que no queremos deshacernos.La frase anterior es aplicable a todas nuestras pertenencias: libros, CDs, papeles, etc. no sólo a la ropa, los zapatos o los complementos.
Después de este ejercicio de eliminar lo innecesario, lo siguiente es ordenarlo de la manera más eficaz posible para ti, de manera que:
Todo el mundo que utilice ese elemento, tiene que tener claro dónde dejarlo después de usarlo
El método de almacenamiento tiene que ser fácil, para que no cueste devolverlo a su sitio
Tiene que ocupar el menos espacio posible, sin dañarlo ni estropearlo
Todos los elementos de las mismas características, debemos poder guardarlos en el mismo lugar o estancia.
Después de estos consejos, ¿te atreves a aplicarlos a tu armario?
Una vez que hayas terminado, comprueba, después de unos días, el resultado de tu método de organización:
Has reducido considerablemente las prendas que tienes en tu armario
Si las prendas que usas para tu día a día durante una temporada (otoño, invierno, primavera o verano), y aquí incluyo ropa, ropa de abrigo, zapatos y bolsos, se ha quedado reducida a unas 33-37 prendas ¡Has triunfado!
Se supone que este es el número mágico para que tengas suficientes prendas para ponerte, pero no tengas la sensación de llevar siempre lo mismo.
Ah, un par de zapatos se considera como una prenda, no como dos, ¡qué alivio, ¿no?!
Y la ropa de deporte, específica del trabajo o de fiesta no se cuentan.
Dime una cosa, ¿has descubierto alguna prenda que no te acordabas ni de que la tenías? Suele pasar...
Has conseguido meter toda tu ropa en tu habitación
Ya no andas invadiendo los armarios o cajones del resto de la casa.
Toda tu ropa la tienes en tu habitación, ya sea colgada y doblada en cajones, armarios y estantes o en cajas porque son de otra temporada.
Si lo has hecho, ¡me pongo a tus pies! Pues este punto es realmente difícil.
Yo he de confesar que no lo cumplo al 100%, pero me voy acercando. El otro día, conseguí traer a los cajones de mi habitación mi ropa de deporte.
Pero la ropa de fiesta, los abrigos y los zapatos todavía andan invadiendo distintas partes de la casa, aunque no demasiado desperdigadas. Aquí tengo bastante margen de mejora.
Te resulta fácil encontrar cualquier prenda
Bueno, a ti y a cualquier persona a la que le pidas que te busque algo en tu armario, cajón o estantería.
Todo está recogido
No hay nada tirado por la habitación o fuera de su sitio.
Si has cumplido estos 4 requisitos, ¡enhorabuena! Este método de organización es el que mejor se adapta a ti y a tu ritmo de vida y por tanto, ha sido un verdadero éxito el tiempo que hemos invertido.
Un consejo adicional: cada vez que quieras comprarte algo nuevo, mira a ver en tu armario si tienes algo similar, y si es así sustituye tu nueva adquisición por la prenda vieja. Así no aumentarás demasiado tus pertenencias y mantendrás todo bajo control.TU TURNO: Cuéntame si has encontrado el método de organización que se adapta mejor a ti y tu estilo de vida.
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