Seguidamente te has venido arriba y has dicho ¡hoy mismo me pongo con ello! Sin pensarlo te has puesto delante de tu armario y ahí es cuando se te ha venido el alma a los pies, ya que tu cerebro se pregunta:
¿Por dónde empiezo?
No es fácil tener un armario siempre en orden, siempre clasificado, siempre a la última. Muchos son sus beneficios que podemos conseguir con unos pequeños pasos:
- Sabrás a primera vista lo que tienes en tu armario
- Las mañanas serán mucho menos liosas por este tema
- No derrocharás dinero en prendas que ya tienes
- Ahorrarás tiempo en elegir tu look en cada ocasión
- Sentirás un gran alivio al ver todo ordenado, recogido y limpio
- Tardarás mucho menos en guardar tu ropa limpia
- Ya no dirás nunca más: ¡No tengo nada que ponerme!
En muchos blogs nos hablan de los armarios cápsulas, y cada uno lo compone con un número de prendas que varía: algunos 33, otros 37... La idea es tener el mínimo número de prendas con las que puedas vestirte cómodamente toda una temporada. Pero... ¿es posible? Seguramente sí, si eres una persona minimalista, que sabe controlar sus impulsos a la hora de comprar más ropa, y principalmente si tienes en tu armario exactamente lo que tienes que tener.
Personalmente no lo he probado nunca, pero creo que el secreto no reside en el número de prendas que nos vamos a quedar, sino en cómo de útiles y versátiles nos resulten a cada uno de nosotros. Es decir, tenemos que hacernos con un armario eficaz y eficiente, que cada vez que lo abramos fuera como si nos dijese: "este es tu conjunto de hoy, que lo disfrutes".
¿Cómo lo conseguimos?
El primer paso es hacer limpieza. Sí queridas amigas: ha llegado el momento. Antes de darles los pasos a seguir en esta limpieza que tanta falta nos hace, les aclaro algunos puntos:
Vamos a centrarnos en la ropa de diario: excluimos ropa interior, de estar por casa, bikinis, pijamas, fondo de armario. Los bolsos y los zapatos SÍ se incluyen en la limpieza.
El fondo de armario lo componen prendas como: un trench, vestido versátil de color neutro de tu gama, un vestido que solo sea para celebraciones importantes, unos tacones o un bolso de alguna marca especial... Y un cortísimo etcétera, no nos escudemos en el fondo de armario para seguir acumulando ropa inútil.
Consecuentemente al punto anterior, es vital que te hayas hecho al menos el estudio de colorimetría, y si lo completas con el de morfología y visagismo, te aseguro que la limpieza será mucho más rápida, fácil y eficaz.
No hace falta que la limpieza se haga en un día, puede llevarte varios, pero siempre siguiendo un orden y sin flaquear.
Puedes hacer varios montones de ropa o ir decidiendo prenda por prenda (da lo mismo que lo mismo da, ya que tendrás que verificar todo el armario).
Si quieres hacer los montones puedes hacerlos en función de: "me lo pondría ahora", "no me lo pondría ahora" y "no sé/no contesto".
Mejor nos olvidamos de los "útiles" para organizar los armarios que tanto nos suelen vender. Al final ocupan un espacio muy valioso, y si somos rigurosos con esta limpieza y con el orden posterior, no los echaremos en falta.
¿LISTAS? Vamos a ello:
*¿Tiene arreglo? Quiero decir que aunque no sea de tu gama/talla puedes conseguir que esa prenda juegue a tu favor. Para la talla, con algún arreglo de costura, y si es de gama de color, te dejo un ejemplo de cómo hacerlo aquí.
**¿Puedes combinarlo con al menos tres prendas más? Recuerda que incluimos zapatos y bolsos en la limpieza, y también cuentan al responder a esta pregunta. Que no te entre la "necesidad" de comprar otro bolso o par de zapatos después de dejar una prenda en tu armario.
Como pueden observar, si se van haciendo las preguntas, respondiendo sinceramente y siguiendo las flechas de las acciones a tomar, sólo hay un camino para volver a colgar una pieza en tu armario:
- Te lo has puesto en los últimos 6 meses,
- Es de tu gama/talla,
- Y puedes combinarlo con al menos 3 prendas más
Fácil, ¿a que sí?
Todas las demás opciones sólo nos lleva a tirar esa prenda o a regalarla, y cuando decimos regalarla, me refiero a ONG´s, parroquias u organizaciones de este tipo, ya que también soy partidaria de una máxima de Marie Kondo: lo que tu no quieres o no necesitas, tampoco lo necesita tu familia/amigos, ya que lo único que hacemos es alargar la vida inútil de esta prenda dentro de tu círculo social ( con la peligrosa posibilidad de que vuelva a caer en tus manos).
Después de esta limpieza, si la has hecho de forma rigurosa y concienzudamente, quizás te sientas "desnuda", quizás tengas ganas de ir de shopping y volver a llenar el armario de prendas nuevas. Pero ¡detente! No eches abajo todo el avance que has conseguido hasta ahora.
No digo que no necesites alguna que otra pieza, puesto que si has tirado/regalado algo que no era de tu gama/talla o que estaba estropeado, puede que te hayas quedado "coja". Pero las reglas para completar tu armario versátil y útil las veremos en otro post, creo que ya tenemos bastantes deberes por ahora, así que...
¡Manos a la obra!