1. Jerseys con pelotillas
2. Cualquier otra prenda con pelotillas
3. Cualquier prenda que no sea de tu talla: tanto las que se te han quedado grandes como las que se te han quedado pequeñas.
4. Vaqueros baratos dados de sí. La ropa vaquera de baja y media calidad suele ceder un montón y es habitual que se den de sí tras una temporada de uso continuo.
5. Cualquier calzado que te apriete o te haga daño. Aunque sean un par de zapatos carísimos que apenas te has puesto, seguro que tienes una amiga que los puede utilizar a gusto.
6. Prendas descoloridas por los lavados o el sol.
7. Ese vestido precioso que tiene una pequeña mancha de grasa que no se va ni con aguarrás.
8. Camisetas de publicidad (de las que te dan en los bares de cuando promocionan una marca de ron). ¿Para qué demonios las quieres?
9. Faldas demasiado cortas con las que nunca vas a gusto.
10. Vestidos con enganchones.
11. Vestidos de fiesta que compraste de super rebajas por si acaso, pero que nunca has estrenado. Hace cinco años.
12. Pantalones de corte pirata. Demodé total.
13. Cualquier prenda que tenga tirantes de silicona. No hace falta explicarlo, ¿verdad?
14. Ropa interior que ha perdido su forma original. Sobre todo los sujetadores.
15. Las prendas que guardas durante varias temporadas en el armario para transformarlas con algún tutorial DIY, pero que nunca encuentras tiempo para hacerlo.
16. Los zapatos que están viejos, que se ha levantado la piel, o que has devorado la suela de tanto ponértelos.
17. Bikinis pasados de moda o que han dado de sí.
18. La falda midi que te compraste para ser trendy y nunca te atreviste a sacar a la calle. Ten la conciencia tranquila, no eres la única fashion victim.
19. Los bolsos baratos que se pelan o deforman con un poco de uso.
20. Aquellas prendas que te han regalado y no te gustan.
21. Los trajes que conservas por si algún día tienes que volver a vestir de traje para trabajar. Si algún día sucede eso, creéme que estarán muy pasados de moda.
22. Camisetas baratas que han perdido la forma de sus costuras.
23. Ese amasijo de collares y/o pulseras que guardas en un cajón y nunca te acuerdas de ponerte.
24. Los vestidos de nochevieja de cuando tenías 20 años. Es muy probable que no vuelvas a ir a un cotillón con barra libre.
25. Los pijamas que llevan durmiendo contigo demasiado tiempo y han perdido encanto. También puede servir para los que regaló tu abuela las últimas navidades y no hay por donde cogerlo.
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