Leemos uno que otro artículo, pedimos consejo a la vecina o llenamos nuestra alacena de puros productos light y aún así nos sorprende ver que por más “esfuerzo” que hagamos no conseguimos bajar de peso, bueno las razones pueden ser muy variadas pero entre las más comunes están los conceptos erróneos que se tienen sobre el tema, el que solo nos enfocamos en cierto resultado sin contemplar todos nuestros hábitos y otro tipo de costumbres de los que incluso pocos nutricionistas te hablan.
Toma nota y descubre qué es lo que te está deteniendo.
Consumir muchos productos light
La mayoría de los productos llamados light son mera mercadotecnia sin un control de calidad adecuado que realmente los avalúe como se venden, mientras que otros efectivamente disminuyen su contenido en azúcar peor lo elevan en grasa, así que al final comer productos light al azar tiene más contras que pros.
Dejar de comer
Si tu idea de bajar de peso rápido es dejando de comer, déjame decirte que es el error más comúnmente cometido, al saltarte alimentos o restringirte en demasía hará que reduzcas pero no por quema de grasa, sino por deshidratación y pérdida de músculo, ¿y la grasa? Todo lo contrario, ésta se acumula como medida de emergencia por tu mismo organismo.
Cenar cereales
Los cereales están hechos a base de harinas (trigo, maíz, arroz) así que por más que nos los vendan como el aliado perfecto a la hora de “hacer dieta” tienes que saber que debes medir la porción y el horario en que lo comes como cualquier otro carbohidrato.
Desvelarse y dormir poco
Aunque pareciera que no tiene nada que ver con ganar peso, dormir poco genera ciertas hormonas que propician la obesidad, además de desequilibrar la glucosa e insulina y lo más obvio es que mientras más tiempo pases despierto, más necesidad de comida.
Consumir bebidas alcohólicas
De nada sirve cuidar las comidas del día si acostumbras beber y es que las bebidas alcohólicas, sobre todo las preparadas cuentan con una gran, gran cantidad de azúcar.
No cambiar la vajilla
Cosas tan triviales como servir tu comida en platos grandes pueden estarse convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza, busca platos pequeños donde puedas colocar porciones reducidas de comida sin espacios sobrantes y engañar así a tu cerebro.
Comer distraídos
Comer distraído provoca que no distingas cuando estás realmente satisfecho, por eso es mejor comer sentados en la mesa y sin celulares, tele o incluso libros que desvíen la atención.
Oler la comida
Aunque no lo creas, estudios recientes han destapado la polémica sobre el tema y es que aunque aún no está del todo confirmado, se sospecha que el oler la comida coloca en modo stand by a nuestro organismo y ya sabemos lo que pasa con un organismo lento.
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