Combina un champú hidratante con un acondicionador
El lavado del cabello ayuda a restaurar toda su vitalidad. En tal sentido, es importante combinar un champú hidratante con un acondicionador. El champú no solo eliminará los desechos del pelo y las impurezas que provengan del exterior, sino que también le aportará la hidratación que necesita para verse saludable. En cuanto al acondicionador, este actúa directamente sobre las puntas para evitar que se rompan o se quiebren. Asimismo, ayudará a peinarlo después del lavado para que no se produzcan tirones que sean más perjudiciales. Asegúrate de que estos productos contienen ingredientes naturales, que son los más indicados para cuidar el cabello seco y dañado.
Utiliza tratamientos reparadores
Además de la rutina cotidiana de lavar el cabello, es fundamental abordar el problema mediante el uso de tratamientos reparadores. La marca Alfaparf Milano tiene una línea dedicada exclusivamente a la regeneración del cabello dañado, que se compone de ampollas, sérums energizantes, mascarillas y aceites nutritivos. Darle al pelo un tratamiento como este lo ayudará a regenerarse, aportándole brillo, nutrición y suavidad.
Evita el uso de secadores, rizadores y planchas
Los artefactos que emiten calor son muy perjudiciales para el cabello, especialmente si este ya está dañado. Lo más aconsejable es evitar el uso de secadores, rizadores y planchas, al menos, hasta que el pelo recobre toda su vitalidad. Para secarlo, conviene quitar el exceso de humedad con una toalla y exponerlo al aire natural. Si, de todos modos, tienes que usar aparatos térmicos, lo más recomendable es utilizar también un protector capilar que disminuya los daños producidos por el calor.
Incluye grasas saludables a tu alimentación
Otra manera de devolverle la vitalidad al cabello es a través de la alimentación. En tal sentido, lo más recomendable es incluir grasas saludables que aporten los nutrientes que el pelo necesita. El aguacate y los frutos secos proporcionan una buena dosis de grasas monoinsaturadas que promueven el brillo y la suavidad. Asimismo, se pueden consumir aceite de oliva, carne, pescado, coco, cacao y semillas. Desde luego, no hay que abusar de estos tipos de alimentos para que no se produzca, al mismo tiempo, un aumento de peso y conviene hacer ejercicio para ayudar al cuerpo a quemar aquellas grasas que ya no necesita.
Después del verano es común que el pelo luzca opaco y sin vida. Afortunadamente, existen muchas maneras de devolverle su vitalidad para que esté brilloso, suave y tenga volumen. Combinar un champú hidratante con un acondicionador, utilizar tratamientos reparadores, evitar el uso de secadores, rizadores y planchas e incluir grasas saludables a tu alimentación son nuestros mejores consejos para cuidar el cabello seco y dañado.