Lo único que necesitas es un pinta uñas del color que más te guste.
1. Depositad una gota de esmalte en la uña pero dejando un poco de espacio entre la uña y la cutícula.
2. Con el pincel desplazamos la gota hacia el resto de la uña pero sin llegar a tocar la piel.
3. Después, deslizamos el pincel hacia la punta de la uña.
4. Por último, pintamos una pequeña curva hacia un lado y hacia el otro (tenéis que hacerlo con cuidado).
5. En cuanto a la segunda capa, repetimos los pasos pero sin añadirle ninguna gota.
Y... ¡Listo!