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Para empezar vamos a coger el café y lo vamos a moler, en el caso que ya lo tengáis molido este paso os lo saltáis. Una vez molido vamos a añadir el aceite unas dos cucharadas más o menos dependerá de como os guste la textura del exfoliante. Por último vamos a añadir una cucharda de miel.
También podéis añadirle gotas esenciales del olor que más os guste o lo podéis dejar así.
Es un exfoliante super fácil de hacer y no tiene ninguna complicación, si no quéreis hacerlo con café también lo podéia hacer con azúcar moreno o mascabado.
¡Nos vemos en el proximo post!