Llevas 15 minutos en la tienda, ya no te queda ni un milímetro en tu mano donde probar otro tono de maquillaje, tu chico ya te mira con cara de pena y aún después de haber preguntado a todas las dependientas no estás segura de cuál te quedará mejor…arg…y esa sensación de llegar a casa, probártela y que se ”note” a la legua que no es tu tono de piel natural, que llevas una caretaaa…¡odioso!
Porque, no nos engañemos, todas queremos tener una tez perfecta, sin manchas, sin imperfecciones y aunque la genética, tu tipo de piel y otros factores influyen en el tono de tu tez hay algo imprescindible que debemos saber: la piel tiene manchas, pigmentaciones diferentes según las zonas. ¡Es algo natural!. Por ese motivo se inventaron las bases de maquillaje, un producto que puede unificar nuestro tono facial en pocos segundos. De ahí que sea el número uno de los cosméticos básicos de las mujeres. Las famosas lucen absolutamente impecables gracias a ellas, ¡¿por qué nosotras íbamos a ser menos?!
Pero si eliges mal ¡puede ser peor el remedio que la enfermedad!
Afortunadamente, varias claves pueden ayudarnos a elegir bien nuestra base y nuestro tono adecuado. Ya sabéis que dependiendo del tipo de piel que tengas te convendrán unas u otras, dependiendo de tu tono natural necesitarás un tono u otro y también dependiendo del uso que le quieras dar te vendrá mejor una u otra. Asíque os voy a resumir en varios puntos lo esencial que debéis saber a la hora de compraros vuestro básico número uno.
1º IDENTIFICA TU TIPO DE PIEL
Porque si tienes la piel grasa deberás buscar un acabado mate y si es seca uno más bien satinado.
2º PIENSA EL USO QUE LE VAS A DAR
Piensa si la vas a usar a diario o solo en ocasiones muy concretas. ¿Por qué? Porque si la vas a usar a diario deberías elegir una base con factor protector como mínimo pero además, como te la vas a aplicar con regularidad puedes conseguir otros objetivos como unificación del tono, hidratación, antiarrugas… Por el contrario si la vas a usar solo los fines de semana o en ocasiones muy concretas no tiene sentido que te la compres con tratamiento antiarrugas, antimanchas o algo por el estilo porque son tratamientos que exigen una regularidad y una constancia en su aplicación para tener algún efecto sobre nuestra piel.
3º ELIGE TU TONO ADECUADO
¿Dónde probar el tono? El peor sitio es el dorso de la mano (si, yo también solía y suelo hacerlo justo ahí, por seguir con la costumbre) porque el tono de la piel es totalmente distinto a la de nuestro rostro. En vez de eso, pruébala en tu mandíbula y a ser posible con luz natural. Yo, aparte de en la mano, opto por ponerme en un espejo que esté cerca de la puerta de la tienda y aplicarme un poco en el mentón, frente, mejilla…vamos que si me descuido salgo maquillada jajaja…
Si dudas entre dos tonos traza lineas paralelas en tu mandíbula y espera un poco a que se absorban el que se funda con tu tono de piel debe ser el elegido. Normalmente suele haber tonos que tiran a rosado y tonos que tiran a amarillento, en caso de que seas de piel muy clarita te van a venir mejor aquellos ligeramente rosados y si eres de piel morena sin duda los que tiran a amarillento.
4º ELIGE LA COBERTURA QUE BUSCAS
Esto es muy importante preguntarlo y requetepreguntarlo si no lo pone expresamente en la caja o bote del producto porque luego nos podemos llevar un gran chasco. Es más, hay veces que te aseguran una cobertura perfecta y luego no lo es. Primero debes decidir si lo que quieres es una base efecto crema hidratante con un poco de color o si verdaderamente quieres una base cubriente. Una vez tengas esto claro la odisea será un poco más sencilla… jajaja.
Espero que os hayan servido estos consejitos. Lo sé, muchas veces lo más sencillo es repetir con la base que menos nos disgusta de las que hemos probado, pero en esto de la cosmética sabéis que cada poco tiempo innovan y MEJORAN por lo que ¡¡hay que animarse a cambiar!! Yo por lo menos nunca he encontrado una base absolutamente perfecta…asíque ¡seguiré probando!
¿Y vosotras tenéis algún truco para aseguraros de que elegís bien?
¡Besitos!