¿Que cómo lo sé? Pues porque yo estuve ahí. Cuando empecé a maquillarme sí tenía claro que la base es algo fundamental, pero no tenía ni idea de por dónde empezar. Hay decenas de marcas, de tonos, de texturas, de funciones, de acabados, de gamas... Y tuve que pedir ayuda. Sinceramente, hubiese agradecido un post como este para orientarme. Años más tarde, me sigue saturando el exceso de oferta, pero al menos ya sé por dónde tengo que ir.
Hoy, aprovechando que tengo tiempo de sobra, voy a intentar resumir las cuestiones importantes a la hora de elegir una base de maquillaje. Tendremos en cuenta la gama de precios, la calidad, la textura y el resultado fundamentalmente. Recordad que empecé esta serie de posts para principiantes con un resumen de qué se necesita en un primer neceser.
Antes de nada: quiero que quede muy claro que TODAS las bases de maquillaje son válidas. Yo cuando empecé pensaba que todas eran diferentes entre sí y que solo había una perfecta para cada persona. Por supuesto, no sabía decir cuál. Estaba equivocada y espero que vosotros no cometáis ese error.
Casi todas las marcas van a querer cubrir el mayor mercado posible, por lo que ofrecen un amplio abanico de opciones. Al final, muchas veces no hay nada que diferencie a una base X de una base Y, pero ambas marcas intentarán vender la suya. Entender esto es muy importante.
Del mismo modo, por eso no es necesario probar TODAS las bases del mercado hasta que te guste una y, además, querrás tener diferentes opciones en tu neceser para cubrir cada necesidad. No todos los días del año tenemos el mismo tono ni el mismo tipo de piel. Además, cada día te puede apetecer un resultado diferente.
En conclusión, repito: no existe UNA base perfecta, sino que todas las bases que existen tienen sus cosas, lo que te puede gustar o no.
Si yo tuviera que comprarme una primera base de maquillaje, lo primero que tendría en cuenta es cuánto quiero pagar por ella. En cada gama (low cost, media o alta) hay de todo tipo de bases y todas ellas pueden ser excelentes, por lo que pensaría de qué gama la quiero.
Gama
Esto es algo totalmente personal, pero aquí va mi recomendación justificada: elige una gama media para tu primera base.
¿Por qué? Vale, supongamos que tienes presupuesto de sobra y quieres ir a lo seguro. Por ejemplo, buscas algo mate (iremos después a esto) y quieres una base que sabes que tiene buen resultado, por lo que te decantas por la famosa Double Wear. Vale. Coger esta base es acierto seguro, pero, ¿con qué vas a compararla? Al final, no vas realmente a saber si es la mejor base a la que puedes aspirar y tampoco vas a apreciarla. Es decir, te vas a gastar +30€ en una primera base sin saber realmente por qué los vale. Es como si a un adolescente le pides que aprecie un Veuve Clicquot. En otras palabras: pérdida de dinero. Ahórrate ese dinero para cuando realmente vayas a saber sacarle partido al producto que vas a comprar.
Por otro lado, sabes que la gama low cost tiene muy buenas opciones y piensas que, si vas a empezar a potinguear, por lo menos que sea con poco riesgo para tu bolsillo. Sí, estoy de acuerdo. Pero hay una probabilidad más alta de decepción en una base en esta gama. Imagínate que eliges la #InstaPerfect y no te funciona (no es muy buena que digamos), y como es la primera vez que te maquillas no sabes si se debe a la base, a otros productos, a tu piel, a la hidratante que tienes debajo... Si bien es menos riesgoso para tu cartera, es más riesgoso para tu rostro.
Por tanto, lo mejor es acudir a un stand de gama media, que sabes que te va a dar calidad dentro de un precio moderado con el que puedes trabajar.
Muy bien, decidido esto, ¿a qué stand vamos? ¿Qué marcas tengo? Si bien casi todas las marcas suelen cubrir todo tipo de necesidades, esto no significa que puedas ir al stand de Bell y tener todas las posibilidades. Por tanto, lo primero es focalizar la búsqueda. Para esto tenemos que saber cómo es nuestro rostro. ¿Tienes la piel seca, mixta o grasa? ¿Cuál es tu tono? ¿Y el subtono?
Tipo de piel
Encontramos cuatro tipos de piel. Seca, mixta, normal o grasa. Casi todo el mundo tiene claro qué tipo de piel tiene, pero, por si acaso, lo voy a explicar ligeramente haciendo hincapié en el tipo de base que se suele buscar.
-Seca: las pieles secas tienen falta de hidratación (evidentemente), por lo que tienden a ser ásperas, hacer grietas y pelarse un poco. La gente con piel seca suele preferir bases que tengan una fórmula hidratante y que deje un acabado jugoso para compensar la aridez natural. En algunas bases o primers suele venir etiquetado como "dewy".
-Mixta: creo que es el tipo de piel más común. Los rostros con piel mixta, como es mi caso, tienen la zona T más grasa que el resto. La zona T es la frente, nariz y barbilla. Ahí es donde se acumulan los granitos. El resto de la cara puede ser normal o deshidratada. Las pieles mixtas tienen más versatilidad a la hora de elegir bases que las grasas, pero suelen tender a los acabados mate para neutralizar las zonas con brillos.
-Normal: yo creo que este es el unicornio de las pieles. Se supone que es una piel que no está seca, pero tampoco grasa, por lo que tiene todo un abanico de posibilidades a su alcance.
-Grasa: las pieles grasas tienen un exceso de sebo (también evidentemente), por lo que tienden a crear brillos y tener acné. Estas pieles suelen preferir bases matificantes de larga duración que les quiten los brillos y tapen los poros.
Tono y subtono
En este tema sí que no te puedo ayudar. Afortunadamente, es tan simple como ir probando tonos en tu rostro o cuello. Sé que normalmente cometemos el error de probarlo en el dorso de la mano, pero el tono de nuestro dorso no es el mismo que el de nuestro rostro, aunque a menudo se parezcan bastante. Mejor pide en la tienda que te ayuden a encontrar tu tono con una prueba.
En cuanto al subtono, esto ya es más complicado. Yo tengo que admitir que creo que tengo subtono neutral, pero todavía no lo sé a ciencia cierta. Ahora os explico por qué. Hay tres opciones:
-Frío: la piel tiene un acabado azulado o rosado
-Neutral: mezcla de acabados
-Cálido: la piel tiene un acabado amarillento o dorado
Esto no es tan simple como decir "ah, yo soy morenita, así que tendré un subtono cálido". Pues no. Lamentablemente, no funciona así. Lo que podemos hacer para averiguar cuál es nuestro subtono es hacer diferentes pruebas.
1. Mirar las venas de la muñeca. Este es el más fácil y el más conocido debido a su sencillez. Y aquí es donde yo tengo muchísimas dudas y creo que tengo subtono neutro. Si te ves las venitas azules, tienes subtono frío. Si, por el contrario, las ves verdes, tienes subtono cálido. ¿Y si a ratos las veo azules o verdes? Pues ese es mi problema, y eso significa que tienes subtono neutro.
2. ¿Qué te sienta mejor, la plata o el oro? Todos hemos llevado accesorios metálicos como pendientes, collares, pulseras, diademas... Y tenemos una preferencia. En este caso, si notas que te sienta mejor el oro, tienes un subtono cálido. Si crees que te sienta mejor la plata, tienes un subtono frío. Si ambas opciones te quedan genial, tienes un subtono neutro. A mí me quedan bien los dos, así que...
3. ¿Cómo vistes? Os voy a poner una imagen del círculo cromático y quiero que penséis en qué os sienta mejor al vestir. ¿Qué colores son los que más te favorecen? Si te sientan mejor los colores fríos, los que están en la parte izquierda del círculo, tienes un subtono frío. Si te sientan mejor los colores cálidos, los que están en la parte derecha, tienes un subtono cálido. Si te sientan igual de bien todo tipo de tonos (aquí no cuenta la preferencia personal, sino lo que combina con tu tono de piel), tienes un subtono neutro. Yo aquí sigo teniendo problemas porque, por ejemplo, el rojo me sienta estupendamente, pero el amarillo no.
Esto también es aplicable al maquillaje, pero como el post va dirigido a principiantes no incido en eso.
4. La prueba del bronceado. Si has observado cómo reacciona tu piel al beso del sol tienes otra pista más de tu subtono. De nuevo, a mí esto no me dice mucho porque ODIO broncearme y lo evito a toda costa, y mi piel ha tenido reacciones diversas a lo largo de mi vida. La cuestión es esta: si normalmente mutas en cangrejo y pareces más un guiri en Benidorm y te cuesta horrores conseguir broncearte sin quemarte en el intento, tu subtono es probablemente frío; si, por el contrario, con un día de sol ya pareces la Beyonsé y tu tono es más bronce que amarillento, tu subtono es probablemente cálido; si nada de esto se aplica o varía según las zonas de tu piel, tu subtono es probablemente neutro.
Por supuesto siempre puedes ir a lo mega fácil y preguntarle a los especialistas, pero es posible que los dependientes de algunas tiendas de maquillaje ni siquiera lo sepan (daos cuenta de que no siempre se contrata a personas que tengan un título de estética).
Si habéis conseguido averiguar con éxito vuestro subtono, tenéis que buscar bases específicas para el mismo. Si es frío, buscad las rosadas; si es cálido, buscad las amarillentas; si es neutro, buscad las que tengan ambos pigmentos. ¿Cómo? Pues o bien preguntando o bien mirando los nombres de los diferentes tonos.
Por ejemplo, en Nyx suelen diferenciar muy bien las bases que van dirigidas a cada subtono. En mi caso, yo utilizo el tono 07 Natural Neutral de la base Cant Stop Wont Stop.
Una vez que tenemos claro nuestro tono y subtono, ya podemos elegir qué tipo de base queremos. Repito: casi todas las marcas cubren la mayoría de tonos, pero no siempre es así. Además, las tiendas no suelen traer todos los tonos disponibles por falta de demanda.
Ahora que sabemos las necesidades de nuestra piel es cuando pensamos en nosotros mismos y lo que nos gusta. Si no habéis probado apenas bases, pensad en cómo os gustaría que esta fuera. ¿Preferirías que durase lo máximo posible? ¿Preferirías que te dejase un aspecto más luminoso que matificado? ¿Te gustaría más un envase grande o pequeñito?
Todo esto puede variar según la época y el momento. Yo no busco lo mismo en una base en diciembre para llevar al trabajo que en una base en agosto para irme de vacaciones al sur.
Preferencias
1- Acabado
¿Qué resultado buscas? Si tienes tendencia a los brillos probablemente quieras una base que matifique. Si tu caso es el opuesto, buscarás que sea hidratante. Puede dejarte un acabado jugoso ("dewy"), luminoso, hidratado, mate, aterciopelado... Piensa en lo que realmente quieres, pues solo depende de ti, y búscalo en el nombre y descripción de las bases.
2- Textura
Tu base puede ser textura mousse, puede ser en crema, puede ser compacta (como unos polvos) o puede ser líquida. ¿Que cuál es mejor? Ninguna. Todo depende de lo que te guste. Hay quien odia el tacto de una base líquida y hay quien prefiere una compacta si va a viajar. Lo que hay que tener claro aquí es que el método de aplicación varía, pero eso es otra cosa que hablaremos próximamente.
Si queréis mi consejo, yo tiraría por una base líquida para empezar. Son las de uso más frecuente.
3- Cobertura
La cobertura puede ser baja, media o alta. Para que te hagas una idea, una cobertura baja cubre tus imperfecciones solo ligeramente. Es decir, no te va a tapar los granitos ni las manchas, sino que va a intentar unificar tu piel manteniendo tus atributos. Por el contrario, la alta cobertura te tapa (presuntamente) todo todito. La media es una mezcla de ambas, cubre más que la baja, pero no llega a la alta.
De nuevo insisto en que aquí todo depende de ti y de tu rostro. Yo tiendo a las coberturas medias-altas porque si me maquillo quiero que me tape todas las imperfecciones. Pero eso no siempre es así. Si solo voy a tomar un café con mi mejor amiga no necesito tanta cobertura.
Para empezar puedes tirar por una cobertura media y de ahí ver cómo te sientes y si quieres más o te incomoda el exceso.
4- Duración
Aquí hay que pensar cuánto tiempo quieres que perdure el efecto de tu base. Si solo la necesitas para 2 horas intacta, no tendrás que acudir a fórmulas de larga duración. Si necesitas que dure toda una noche, entonces sí. Esto también lo especifica el título o la descripción de la base.
Cabe mencionar que la duración del maquillaje en conjunto se puede alargar con el uso de spray y primer.
Las bases que tienen larga duración lo especifican en su bote. En el caso contrario, no pone nada.
5- Packaging
Por último, piensa en tus necesidades "físicas". Es decir, de espacio, de aspecto y de material. Esto puede ser crucial en determinadas circunstancias. Por ejemplo, si vas a viajar querrás una base más pequeña y que no se rompa fácilmente. Aquí también entra en juego el bote que te resulte más cómodo de usar y el que te parezca más bonito.
A grandes rasgos podríamos encontrar:
-Base en bote con dosificador (líquida). Suelen ser las más cómodas para el día a día. Puede ser de cristal o de plástico. Normalmente, la gente que se maquilla habitualmente suele odiar el cristal por su facilidad para caerse y romperse, lo que te hace perder todo el producto.
-Base de goteo (líquida). Como si fuera un sérum. Suelen no gustar demasiado porque no es lo más cómodo de usar.
-Base en bote sin dosificador (líquida). Sí, hay marcas que hacen esto y es horroroso porque pierdes todo el producto de las esquinitas. Encima te quieren vender el pump aparte.
-Base en tubo (crema o líquida). El típico bote que se usa en las pastas de dientes. También muy cómodo de usar. Está bien porque es de plástico.
-Base en stick (crema). Ideal para viajes por el pequeño tamaño. Estas bases suelen presentarse o bien muy densas (como las que utilizan los actores) o bien muy poco cubrientes (del estilo cosmética coreana). Pero no tiene por qué, es solo un apunte.
-Base compacta (polvo). También ideal para viajar, pero no recomendada para todo tipo de pieles. A las pieles grasas les va estupenda.
-Base cushion. Típica base de cosmética coreana. Se aplica con una esponjita especial y da cobertura baja y jugosa.
*Existen otro tipo de packagings (las que vienen en perlitas o las que mezclan varios conceptos, por ejemplo), pero esto es a grandes rasgos los que
Marcas y modelos
¡Hemos llegado al último paso! Ahora que ya sabes más o menos cómo es tu piel, qué necesita y qué prefieres tú personalmente, viene la parte en que decides a por cuál vas. Yo no me sé todas las opciones del mercado (y menos ahora que llevo un mes sin pisar una tienda ), pero voy a poner algunas sugerencias de marcas.
Teniendo en cuenta que he recomendado una gama media, yo tiraría por Nyx, Max Factor, Bell, LOréal, Gosh, Bourjois... Ese estilo. No recomiendo comenzar pidiendo una base online porque se necesita un contacto directo con el producto, así que buscad una marca que se venda de forma física donde vivaís.
Para que os hagáis una idea, mi base de maquillaje para el día a día es la Cant Stop Wont Stop de Nyx (tono 07 Natural neutral). Mi piel es mixta, de subtono neutro (o eso creo), y siempre busco una cobertura media-alta que deje un resultado mate para neutralizar posibles brillos y tapar imperfecciones. Tengo entendido que la Infalible 24H Mate Cover deja un resultado similar; quizá más duradero, porque la de Nyx no se enfoca mucho en eso.
En caso de buscar algo menos cubriente, LOréal tiene la misma base pero con distinto acabado, la Infalible 24H Fresh Wear. En este caso, la duración es igual de alta, pero es más ligera. Otra que es del estilo, pero en opción vegana, es la Nude and Moist de Bell. Yo en esta tengo el tono 03. Es cobertura más baja que la anterior y más jugosa, pero aún así me deja estupenda, y es súper ligera y no pesa nada en el rostro.
Si, por el contrario, tenéis la piel seca probablemente os guste la línea Bare with me de Nyx o el serum Healthy Mix de Bourjois. Para que os hagáis una idea, a mí esta base me resultó muy poco cubriente y muy líquida. Esto lo digo porque para pieles secas eso es algo muy bueno.
Por otro lado, si tenéis piel grasa podéis usar perfectamente las mismas que yo, aunque combinadas con un primer más dedicado a tapar poros y brillos.
Yo solo os digo estos ejemplos porque los controlo, pero hay muchísimos más modelos. Solo tenéis que fijaros en su descripción para buscar exactamente lo que queréis. Y recordad: todo se basa en el ensayo-error. Puede que no deis con una a la primera, pero todos hemos tenido que probar mogollón de productos para saber qué queremos y qué no.