Lo primero que me llamó la atención es el bote. Es de plástico, impreso con pegatinas de cristalitos que reflejan la luz, dando un efecto muy bonito. Y es que este champú se basa en ese principio, en el de la reparación de los cabellos apagados que no reflejan la luz.
Para que la luz se refleje en el cabello y este brille, la cutícula debe estar perfectamente alisada, sin estrías ni irregularidades. El uso de productos agresivos, del secador y de la plancha hacen que el cabello se vea opaco y sin vida.
El champú Gliss Millon Gloss cuenta con un elixir de brillo concentrado que ayuda a reparar el cabello áspero y apagado, alisándolo para que refleje la luz. Para potenciar sus resultados, se recomienda utilizar conjuntamente con el acondicionador o el tratamiento 10 días brillo.
Se trata de un producto que hace mucha espuma, por lo que nos basta con muy poca cantidad. El olor está muy bien. Los resultados también. No es que haya notado un brillo espectacular, pero sí que me lo deja más cuidado y manejable. Y en mi caso, que me lo aliso, sí noto que me cuesta menos trabajo. También es verdad que sólo he usado el champú y no el acondicionador.
Viene en un formato de 250 ml y cuesta 2.99 euros en perfumerías y grandes almacenes.
¿Conocíais esta línea de Schwarzkopf? ¿La habéis probado?