Vestido blanco floreado, sandalias Just Fab
Hi babes!
‘Los que no se arriesgan ni cuando no les queda nada que perder… bien, no?’
Lo que quiero explicar con esta expresión, es una opinión sobre las personas, que ni viéndose arrinconadas donde la única salida sea apostar por algo que quieren, siguen sin atreverse a hacerlo. Se quedan en el sitio, perdiendo, sin aspiraciones a ganar. Sin que lo que importa sea suficientemente importante… Eligiéndose a ellos como persona antes que a ellos como sentimiento.
De por sí, me gusta la gente que apuesta por lo que quiere, y sin importar el esfuerzo que después tenga que hacer, se lanza. No lo piensa, no piensa en cuanto va a costar, en lo que se va a tener que enfrentar. Lo tiene en cuenta pero no lo analiza. La gente que si pensar en esperar a que el tiempo hable, o en que puede haber otros métodos, decide ir para alante guiándose por lo que siente. Como dice la canción ‘Y si dices que no entiendes te dirá que lo ha sentido’ La gente que por el simple hecho de pensar en lo que puede ganar, no necesita más.
Sin que los demás sean un punto clave. Que sean ayuda y opinión, pero nunca decisión: Nadie puede estar en nosotros y sentir exactamente lo que sentimos, por lo que nunca podemos culpar a nadie por no comprender una decisión tomada por lo que nuestro interior nos dice, o no compartir lo que desde dentro sabemos que ‘tenemos que hacer’
En resumen, con este post quiero animar a que por supuesto, cuando sea la última oportunidad para atrevernos, cuando realmente de lo mismo lanzarnos o no, porque llegados a ese punto, o perdemos, o lo intentamos (intentándolo lo peor quen os puede suceder es conseguir lo mismo que si no hacemos nada) no dudemos en agotar hasta la más mínima posibilidad.
Pero sobretodo animar a apostar sin estar al límite, arriesgarnos aunque tengamos que perder. Que las ganas de ganar, ganen al miedo. Que muchas veces es mejor no pensar en lo que costará, sino en lo que sentiremos al saber que lo hemos intentado. Porque con ganas, lo que salga mal no es tan malo.
Hacedlo en el trabajo, en los estudios, en los hobbies, en las mínimas decisiones, en el amor, en la amistad, en la familia, en la actitud, en cualquier cambio, modificación, o idea. Qué más da.
Si va a llegar un momento que estaremos en la situación de no tener nada que perder, mejor adelantarnos y disfrutar del camino.
Que salga mal, y que sin embargo siga mereciendo la pena arriesgar por otra idea diferente en un futuro.
Me gusta muchísimo esta reflexión, la he aplicado, y sin saber resultados, estoy deseando seguir aplicándola. En mil cosas. Unas más difíciles que otras, pero se que lo haré. Si lo he podido hacer, y no tengo ninguna duda que aunque no salga lo haría una y mil veces más… esto es sólo el principio.
Me gusta muchísimo este look, asique qué mejor relación que unir dos reflexión y look que volvería a hacer igual una y otra vez.
Se basa en el color blanco. Para el verano y entretiempo es precioso, pero en contra de muchas personas que piensan que este color ha de quedarse en estas estaciones, para mí el blanco en invierno me parece muy especial, asique creo que ésta temporada lo seguiré utilizando. Lo veo muy bonito en muchas prendas que espero enseñar más adelante.
Entonces, el color del fondo del vestido y las sandalias transmiten la tranquilidad que querría transmitir con este post para animar a todos a que no duden en arriesgar. En lanzarse.
Cómo no, el vestido tiene los toques de color explosivo con sus flores rojas. Que hace que un vestido que por su forma podría ser típico, y por su color, muy sencillo, valga para ocasiones bastante especiales. A mi me encantó (por ser fan total de las flores, eso por supuesto) pero porque tiene sus dos facetas: la tranquilidad que hablábamos antes, con el riesgo que significa apostar por algo cuyo resultado no sabes, plasmado en las flores y colores que tanto destacan.
Las sandalias, todo un acierto elegir este modelo. Para cuando necesitamos salir un poco arregladas, pero no queremos renunciar a esos paseitos (ahora más fresquitos) que aún se pueden hacer. Yo durante septiembre alargo y alargo el uso de sandalias. Cuando no quede más remedio que poner pantalón largo, me sigue gustando combinar con una sandalias chulas, aunque en la parte de arriba necesite un poquito de media manga.
Estas son muy muy ‘del rollo‘. Durante todo el verano se han llevado muchísimo, y son las típicas que o te encantan o las odias. Pero creo que con ciertos looks podemos hacer que queden fenomenal para la mayoría de gente.
En este caso he arriesgado un poco más, pues este vestido un pelín más arreglado, contrasta un poco con el aire de sport que da este tipo de calzado. Sin embargo quería enseñar que las combinaciones pueden ser muy amplias. Se trata de un calzado de JUST FAB, la web que tiene infinito calzado de todo tipo!! Y un método de compra súper interesante!
Son comodísimas, yo las he probado en el (famoso durante el verano) pueblo (prácticamente no he salido de él, lo necesitaba), donde caminar no es tan cómodo con todo tipo de calzado, y sin embargo las noto como si fuera plantando el pie en el suelo. No como con muchas plataformas, que aunque vayamos muy cómodas, si que es cierto que yendo ‘con los pies en el suelo’ iríamos más cómodas. No es el caso, porque una vez puestas… ni lo pienso!
Y… vuelta a la rutina! Con un lema que últimamente tengo muy en mente…: TENGO GANAS DE SEGUIR TENIENDO LAS MISMAS GANAS :)
Muhcas gracias, thanks, merci, danke, por llegar a leer hasta aquí