Comparto un sencillo truco, si quieres ayudar a combatir esa flacidez y tratar de retrasar la aparición de las temidas alas de murciélago .
A partir de los 45 años, empecé a darme cuenta de que mis brazos estaban como perdiendo firmeza y al comentarlo con una buena amiga que es amante de lo natural, me sugirió realizar una mascarilla a base de aceite de coco, por ser hidratante, viniendome de maravilla pues solía ir mucho a la playa, aparte de ser reafirmante y de gran ayuda también para la celulitis de esa zona.
Pues bien, solo tenía que mezclar media taza de aceite de coco con una cucharada sopera de manteca de karite, derretida previamente al baño de maria. Una vez fría, se aplica sobre la piel de los brazos dando pequeños masajes circulares, ejerciendo una ligera presión con las yemas de los dedos para que la mezcla penetre mejor; dejándola actuar 10 minutos y aclarando con agua fría.
Son trucos que una va guardando, he de decir que lo he vuelto a retomar, pues aparte de mis ejercicios con fuerza, el coco es un alimento que posee una diversidad de uso a nivel personal y dietético; un maravilloso alimento que nunca debería faltar en el hogar.
Si a pesar, de todas las sugerencias no se consigue el objetivo, ya que para eso es la dedicación y constancia, existen tratamientos en cabina realmente eficaces.
Y se debe tener en cuenta, que este aceite debe su capacidad reafirmante a su alto contenido en ácido laurico y vitaminas E y K; muy favorables para la etapa del climaterio y posteriores.