Parece más que evidente que, inmersos en tan avanzados tiempos, nos guste cuidar nuestra imagen. Esto en realidad, no viene de ahora, ya en el antiguo Egipto primaba el uso de pelucas negras y eyeliner negro. Si a todo esto sumamos la cantidad de variaciones que ha sufrido la moda desde entonces, nos encontramos con los tiempos que hoy vivimos.
Y es que en realidad, la moda como la materia, ni se crea ni se destruye, tan sólo se transforma. Bajo mi punto de vista no creo que debamos llevar todo aquello que proponen las marcas o l@s diseñador@s, sino que debemos adaptar todas esas propuestas a nuestro estilo, nuestra forma de ser, nuestra personalidad? En definitiva, a nuestra forma de ver la moda y el mundo. Al fin y al cabo creo que un diseñador tiene como función principal materializar ideas, hacer nacer propuestas y nuevas creaciones. Un diseñador convierte sus pensamientos en prendas, y sus prendas en moda.
Puede que yo no lleve unos jeans de última temporada, y que las zapatillas que me ponga tengan más de un año, pero todavía no identifico la felicidad con el gastar dinero y tener todo aquello que sale nuevo. Quizá mis camisas puedan resultar simples, o incluso otras muy llamativas, pero eso precisamente es moda, es ser tanto de una manera como de otra, y adaptar la ropa a lo que sentimos. Es posible que mi corte de pelo no vaya medido al milímetro, y que necesite gafas para algo más que para parecer más intelectual, pero es que no somos muñecos que deban rozar la perfección, al fin y al cabo cada uno es su propio juez, nada más. Puede que me cuelgue baratijas del cuello, pero creedme, las cosas más valiosas de la vida, no son las más caras ni las que más brillan.
Sacaos el máximo partido, disfrutad de todo lo que venga, y no olvidéis vivir la moda a vuestra propia manera.
Nos vemos pronto,
Besos,
David Chaser