Desmaquíllate
Esto puedes lograrlo con agua micelar. Remoja un algodonsito y pásalo por las zonas en las que más tienes maquillaje. Pestañas, labios, mejillas, son los lugares más comunes, sin embargo, cuida que el algodón con el que te desmaquillaste los ojos no sea el mismo que utilices para los labios o viceversa pues tienes el riesgo de infectarte por las bacterias acumuladas.
Lávate el rostro con agua tibia
Cuando tu maquillaje se haya ido, lava tu cara con jabón neutro. Masajea en forma de círculos y jamás te talles muy fuerte ya que puedes maltratar tu piel. Enjuágate con agua tibia para evitar un cambio brusco de temperatura.
Crema hidratante
Ya que tu piel está limpia, aplícate crema hidratante en el rostro y cuello. No te olvides de esta última zona, pues si no la humectas seguido su textura y tono pueden cambiar y se verá un tanto extraña la diferencia.
Hidrata tu contorno de ojos
Esta zona requiere un cuidado especial. Utiliza una crema específica para contorno de ojos para que durante la noche tu piel se refresca y al día siguiente tu mirada luzca radiante. Elige la que más te agrade, en lo personal he utilizado una de Clinique y me han agrado los resultados.
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