Se conoce como alisado permanente, dentro del campo sobre el cuidado del cabello, a la técnica que consiste en eliminar total o parcialmente el ondulado natural que ofrece un cabello rizado o ensortijado para transformarlo en liso. La técnica tradicional del alisado no es compleja en absoluto y nos ofrece la posibilidad de alisar unos rizos en su totalidad o parcialmente.
Las personas que presentan, por su propia naturaleza, un cabello rizado tienen el inconve niente de encontrarse con bastantes limitaciones a la hora de querer hacerse determinados peinados. Estas posibilidades se amplían si se alisan el cabello.
Para realizar la técnica de alisado es preciso aplicar un producto químico cuya función es la de alisar. Este producto debe tener una serie de condicionantes entre los que destacaríamos principalmente, dejar el cabello en óptimas condiciones siguiendo unas pautas básicas, regladas profesionalmente, en su ejecución.
Tenemos que diferenciar que hay tres tipos de activos químicos que están presentes en la técnica del alisado capilar y que son: hidróxido de sodio, tioglicolato de amonio y disulfuro de amonio.
Alisado con hidróxido de sodio
Este es el producto más utilizado para realizar el alisado. Es cremoso y cáustico y contiene un pH alcalino de 10 o mayor. Se aplica directamente sobre el cabello para que pueda penetrar en la corteza y romper o deshacer los enlaces disulfuro o dicho de otra manera, la estructura natural ondulada del cabello. Este cosmético alisador de hidróxido de sodio además de alisar el cabello, lo suaviza y fortalece.
Los cabellos que por su naturaleza no son porosos (capacidad de absorción de la crema alisadora), y resistentes, necesitan de un mayor tiempo de exposición que aquellos que son ensortijados. Como podemos apreciar, es la cantidad de porosidad y no la calidad de los rizos los que determinan: su fórmula, fuerza y tiempo de exposición con el producto. Cuanto más poroso sea el pelo, menos tiempo precisará.
Aquel cabello que nunca haya sido tratado químicamente presentará una mayor resistencia a los productos químicos porque, generalmente, no es poroso y dista mucho de aquellos cabellos que ya han sido ondulados, coloreados y, por tanto, requieren un tiempo de exposición menor.
Respecto al tiempo idóneo que debe permanecer el alisador actuando sobre el cabello podemos decir que treinta minutos pueden ser suficientes siempre y cuando se haya seleccionado el alisador con la fuerza apropiada.
De todos modos, el profesional es quien debe evaluar, según las condiciones del cabello, el tiempo más apropiado para obtener un buen resultado. Para ello se sirve de llevar un control sobre la velocidad con la que el rizo se relaja, constantes pruebas sobre las mechas y saber frenar en su tiempo justo el proceso de alisado, eliminando del pelo el producto cuando éste haya alcanzado un satisfactorio alisado.
Siendo el hidróxido de sodio un producto muy alcalino (cáustico), su tiempo de aplicación no debe superar los ocho minutos ya que los elementos químicos no reaccionarían correctamente pudiendo llegar a perjudicar, incluso, el cabello. Por ello, es más que necesario realizar previamente una prueba previa sobre el mechón para ajustar correctamente el tiempo de exposición con el hidróxido de sodio. Si nos excediéramos con el tiempo, el cabello se podría tornar descolorido, quebradizo e, incluso, disolverse, por lo que hay que prestar mucha atención y, siempre a través de un buen profesional, al uso de estos tipos de alisadores de hidróxido de sodio.
Alisado con tioglicolato de amonio
Si utilizamos un alisador compuesto de tioglicolato de amonio, tenemos que saber que es un producto bastante más suave e inocuo que los de hidróxido de sodio, ya que su pH es aproximadamente de 9,2 frente al pH de 10 o más que contiene el de hidróxido sódico.
Un alisador de tioglicolato de amonio puede llegar a alisar el cabello tanto como el de hidróxido sódico aunque no es muy recomendables para aquellos tipos de cabellos que se presentan muy densos o ensortijados.
Otro punto al que hay que dar gran importancia dentro del proceso del alisado es al neutralizador. En las técnicas de alisado es imprescindible el neutralizador. Este producto está diseñado para ser aplicado después de los alisadores. La función del neutralizador, también denominado fijador, es la detener la acción de cualquier alisador químico que puede aún permanecer en el cabello tras su aclarado. Este tipo de neutralizadores tienen parecido a los que se emplean en las permanentes en cuanto a su función. Son los que se encargan de fijar o endurecer los enlaces rotos en una nueva posición. Cada fabricante de este tipo de productos presenta unas instrucciones muy concretas para un correcto uso de los mismos; instrucciones, que por tanto hay que seguir escrupulosamente para una correcta aplicación.
Pasos antes del alisado
Los pasos fundamentales que debemos seguir en el proceso del alisado son: tener un historial del cabello del cliente y un análisis capilar.
a) Historial del cabello del cliente: siempre hay que elaborar un historial de todo aquel cliente que se somete a un alisado químico. Es necesario su consentimiento que descargue al profesional de cualquier eventualidad que pudiera producirse. Es totalmente contraproducente realizar este tipo de proceso sin estar debidamente especializado y reconocido como profesional para realizar este tipo de procedimientos.
b) Análisis del cabello: Antes de realizar cualquier tipo de proceso capilar, el profesional debe evaluar correctamente las propiedades físicas del cabello que será quien determine el éxito o fracaso de un alisado, de un tinte, de una decoloración o de un ondulado, entre otros. Para ello, las propiedades que deben ser tenidas en consideración y siguiendo un orden por importancia son:
Porosidad: consiste en la capacidad que presenta el cabello en cuanto a absorción de humedad, sea cual sea su textura.
Elasticidad: es la capacidad que presenta el cabello para estirarse y volver a su estado normal sin romperse.
Dureza: va referido al grado de grosor del cabello que viene determinado por el diámetro del tallo capilar. Existe una prueba sencilla que nos ayuda a comprobar la porosidad que el cabello presenta y consiste en coger un pelo entre los dedos aislándolo del resto y pasando los dedos pulgar e índice de la otra mano desde la raíz hasta la punta. Así podremos verificar el grado de suavidad o aspereza que presenta.
Para conocer el grado de resistencia que opone y sin soltar el pelo, realizamos la operación inversa, pasar los dedos índice y pulgar desde la punta hasta la raíz.
Cuando el cabello es áspero y opone resistencia, nos está mostrando un síntoma de exceso de porosidad y, por consiguiente, nos informa que responderá de manera inmediata a los productos químicos. Cuanto mayor aspereza, mayor grado de porosidad tendrá.
****
Aparte de estos tipos de alisados que bien podemos denominar “tradicionales”, nos encontramos con otros que presentan un procedimiento más actual e innovador y que son:
ALISADO JAPONÉS: uno de los más demandados para el alisado permanente con muchas ventajas y un alisado perfecto. La principal ventaja es su acabado sedoso y liso y su perdurabilidad, pudiendo estar varios meses, incluso un año en ciertos tipos de pelo.
ALISADO BRASILEÑO: conocido también como alisado con keratina y del que hemos realizado un apartado exclusivamente sobre él.
ALISADO MARROQUÍ: cuya técnica y productos que se utilizan han sido desarrollados en Marruecos y sobre el que facilitamos en siguientes páginas la máxima información sobre el procedimiento que sigue a la hora de crear bonitos alisados.
ALISADO FOTÓNICO: a base de keratina y luz azul que también describimos en nuestras páginas.