Próximamente, está claro que el burdeos o burgundy vuelve a pisar fuerte, apoderándose, no sólo de nuestros labios, como ya habíamos visto en temporadas anteriores, sino también de nuestra mirada con ahumados intensos. Por supuesto, los metálicos no se quedan solo en nuestra ropa, sino que suben a nuestros ojos en las épocas más festivas para llenarlos de luz, destacando el rosa gold, más de moda que nunca.
Asimismo, los terracotas y anaranjados también llegan con fuerza, si bien ya los comenzábamos a ver en verano, parece que su reinado está en auge y combinan genial con los labios burdeos. Tampoco nos podemos olvidar de un clásico entre los clásicos, una tez casi desnuda que simula la ausencia de maquillaje, consiguiendo una piel perfecta y luminosa, una mirada despierta y unos labios carnosos a golpe de tonos neutro y marrones.
Para las más atrevidas, el eyeliner en sus versiones más coloridas no pasa desapercibido, por lo que seguimos viendo delineados dobles, entrelazados o de unicornio y simples pero con colores intensos. Eso sí, en este caso no olvides destacar bien tus pestañas para un efecto más favorecedor.
¿Con qué tendencia os quedáis vosotras?