En principio, las ausencias de Charlene como tía política y de Estefanía como tía carnal del novio son de los más sonadas. Por otro lado, las únicas fotos que hay, parecen como "robadas", pero hay una publicación española que las saca a la luz en exclusiva y la familia monegasca no dice nada al respecto... ¿Un "robado" pactado? Lo que si está claro es que las mejores fotos de esta ocasión se encuentran en el álbum familiar y dudo mucho que las veamos.
Nevaba y Tatiana lució un apropiadísimo diseño de Valentino alta costura, vestido en encaje de macramé y capa con capucha de cachmere, que acompañó con la increíble tiara Fringe de Cartier (que se puede usar como collar) perteneciente a su suegra, Carolina de Mónaco (¿o todavía es princesa de Hannover?). Tatiana estaba espectacular y realmente favorecida, muy lejos de la imagen hippy-pijy (ahora le dicen boho-chic) a la que nos tiene acostumbrados. Finalizada la boda religiosa, tuvo lugar una fiesta fondue muy acorde con el lugar de celebración. Y... creo que eso es todo. Conclusión: una boda rarita.