El primero de ellos es un globo. Bien, lo primero que tenemos que hacer es hincharlo, un poco, de tal forma que quede flojo pero firme y lo atamos. Después, echaremos la base en nuestra cara y la aplicaremos a toquecitos con el globo. Al ser flexible, entrará en todas las áreas necesarias y nos quedará una piel estupenda.
El segundo truco que podemos utilizar son unos guantes de látex, de los que tenemos en la cocina pero, importante, que sean lisos. Al ser como nuestros dedos, va a dar un efecto natural y nos van a permitir llegar a todas las zonas.
Gracias al tercer utensilio obtendremos una piel muy natural. Se trata de utilizar cinta adhesiva. El procedimiento es el siguiente: nos envolvemos los dedos con ella, echamos nuestra base y , posteriormente, lo aplicamos a toquecitos sobre nuestra piel. Hay que tener paciencia y cuidado, pues en la cinta se pueden hacer arruguitas.
El cuarto método para ponernos la base es una cuchara sopera de toda la vida. Aplicaremos el maquillaje en la parte convexa de esta y, después, lo aplicaremos en nuestra cara con delicados movimientos.
La última idea para aplicarnos la base es con una esponja de maquillaje que tengamos por casa, sin necesidad de que sea cara, y film transparente. Lo primero de todo es envolver la esponja con el film. Más tarde, nos aplicaremos la base con pequeños toques. Es una idea estupenda puesto que se amolda a nuestra cara y cubre todas las zonas.
Y tú, ¿con cuál te atreves?