Y te voy a demostrar por qué, para que no te vuelvas loca quemando la tarjeta de crédito y luego te arrepientas del gasto.
¡Lee, que te interesa!
LOW COST EN REBAJAS
Para que, en rebajas, una compra merezca la pena, tendríamos que repasar el armario, calcular qué prendas y en qué cantidad nos hacen falta, cuántas combinaciones podríamos hacer, los colores, los tejidos… ¡Locurón!.Sé sincera, prácticamente ninguna lo hacemos. Las rebajas terminan siendo un agujero negro de cosas que a veces ahí se quedan. Solas y tristes, quizá con su etiqueta, dando vueltas por el armario…
Aunque hayan sido “más baratas”, hemos gastado de más.
No me digas que nunca has sacado algo del armario que no te has puesto jamás y has pensado… “¿En qué estaba pensando cuando me compré este adefesio?”. Seguro que fue una compra baratísima de rebajas. Lo sabes mientras tiras la prenda low cost con desprecio sobre la cama y maquinas a quién se la puedes encasquetar…
Todas cometemos errores ante una etiqueta roja.
(Nadie suele querer mis adefesios, por cierto…).
MODA LOW COST
Otra cosa diferente ocurre cuando compramos porque necesitamos algo.¿En qué nos fijamos al comprar una prenda fuera de rebajas? La respuesta suele ser:
1 Que me guste
2 Que me quede bien
3 Que la pueda pagar
Que compramos más con la cabeza, vaya. Sin locuras pasajeras ni arrepentiemientos.
Incluso aunque miremos el precio y compremos moda low cost fuera de rebajas, puede ser una gran compra.
Low cost, además, no tiene por qué ser esa ropa mala hecha por trabajadores en condiciones éticamente reprobables. Hay tiendas con ropa de buena calidad al mejor precio posible. Si compraras la misma ropa en una multinacional, subiría su coste sólo por la marca y su publicidad.
Sabrás que es buena tienda no sólo por los tejidos y los precios. También hay tiendas en Internet en que no podemos “palpar” las prendas, pero las fotografías y las opiniones de clientes nos dicen mucho.
Recuerda que para estas tiendas es complicado hacer rebajas, porque ya venden con un equilibrio calidad/precio inmejorable.
Mientras en algunos comercios más conocidos encontramos sorprendentes rebajas de un 40, 50, 60% (¿sólo a mí me hacen sospechar?), en otras tiendas más discretas los descuentos son menores o te proponen envíos gratis, 3×2 etc. ¡incluso todo el año!.
Ten en cuenta estas ofertas, porque hay que aplaudir al pequeño comercio que hace estos esfuerzos. Eligen las prendas una a una con un montón de cariño y bajan sus márgenes dentro de sus posibilidades en época de rebajas.
Aun así, todas estamos contentas con una buena compra calidad/precio sea en rebajas o no.
Por eso te animo a que compres ropa de mujer barata siempre que lo necesites, no sólo en rebajas.
Y que dale una oportunidad cada vez que pienses en comprar ropa al pequeño comercio de Internet o físico: trabajan pensando en ti, porque te conocen bien, a veces reduciendo su margen para no perder contra el Goliat de la competencia barata y de pésima calidad y durabilidad.
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