Una de las cosas que más delata el paso del tiempo es cuando la piel pareciera que obedece a las fuerzas de la gravedad y comienza a caer. Para retrasar esta caída que va haciéndose cada vez más notable, hacemos gimnasia varias veces a la semana. Logramos un cuerpo tonificado, desde los brazos, pecho y espalda, pasando por el abdomen hasta llegar a las piernas. Sin embargo, la parte más visible que son la cara y el cuello siguen flácidos.
¿Qué pasaría si le dedicáramos al rostro y al cuello el mismo esfuerzo que le dedicamos al resto del cuerpo para fortalecerlo? Indudablemente, obtendríamos similares resultados favorables.
Una rutina de ejercicios localizados en los diferentes grupos musculares y realizados con regularidad bastaría para mejorar el aspecto de la cara y el cuello. Patas de gallo en los ojos, comisuras de los labios caídas, ceño fruncido, mejillas hundidas, papada o doble mentón, comienzan a perderse a medida que avanza el fortalecimiento muscular.
Tras realizar ejercicios físicos intensos se suele experimentar el cuerpo algo dolorido y cansado, es lógico que así sea. En el caso de los ejercicios faciales específicos, tienen la ventaja de que no provocan ningún tipo de dolor ni cansancio. Además, no es necesario pagar un gimnasio para cumplir con los ejercicios. Se aprenden siguiendo las instrucciones de una guía bien explicada y practicando frente al espejo.
Se pueden hacer en la tranquilidad del hogar o en cualquier otro lugar donde se deba estar, como en la oficina. No tienen costo extra alguno ni requieren de la utilización de un equipo especial, aunque se deben pautar cada uno de los movimientos y repeticiones como para que realmente lleguen a aportar resultados satisfactorios. En muy pocos días de trabajo sistemático se puede empezar a observar que la piel recupera firmeza, aparece radiante al mejorar el tono muscular y reactivar la circulación sanguínea.
Yendo al origen del problema, ¿es normal que aparezcan las arrugas? Claro que lo es, obedecen al proceso de envejecimiento que naturalmente sufren las personas. Con el paso de los años la piel se adelgaza y se vuelve transparente, perdiendo tejido graso subcutáneo. Los músculos comienzan a debilitarse, sobre todo aquellos que son menos utilizados en los movimientos de expresión. El rostro y más tarde el cuello, empiezan a surcarse con líneas finas, que se profundizan y van en aumento en forma gradual. Las líneas empiezan a aparecen en las zonas donde la piel está más delgada, como en el contorno de los ojos, sobre el labio superior, en la frente, hasta llegar a las mejillas. Visiblemente el cutis se arruga más en algunas personas que en otras, sucede que más allá de la edad influyen factores genéticos y de estilo de vida.
La gimnasia facial enfocada a cada grupo muscular específico otorga firmeza al rostro en forma natural. Al afirmarse la parte muscular, se mejora la circulación sanguínea y la oxigenación de los vasos capilares. La mejoría empieza desde adentro mismo del organismo, restablece la dermis o capa interna de la piel y aparece en la superficie una epidermis o capa externa de la piel revitalizada y firme. Este proceso permite que los nutrientes que se ingieren sean mejor aprovechados por la piel, así como que los productos cosméticos que se utilicen ofrezcan los mejores resultados.
Como sucede con otras partes del cuerpo, para que la gimnasia facial sea efectiva debe llevarse a cabo respetando una rutina en cuanto a cantidad de veces que se repiten los ejercicios. No se debe olvidar trabajar cada uno de los grupos musculares, desde el cuello y ascendiendo hasta frente. Hay instrucciones precisas y justificadas, que apuntan a alcanzar los mejores resultados.
En un primer momento los ejercicios requieren de mayor duración y se realizan a diario, aunque luego se puede establecer un plan de mantenimiento que acota el tiempo que se les dedica. Lo que no hay que hacer es abandonar la gimnasia facial una vez que se aprecian los resultados.
Como todos los ejercicios corporales, si se dejan de practicar vuelve a instalarse la flacidez.
La gimnasia facial se recomienda como un procedimiento estético no invasivo y natural. La puede hacer una mujer o un hombre, incluso no es necesario esperar a que aparezcan y se profundicen las arrugas para practicarla.
Se puede empezar a practicar la gimnasia facial desde joven y adquirir el hábito, para en la madurez poder gozar los beneficios de tener una piel sana. Si la gimnasia facial se acompaña con una nutrición completa y adecuada, así como si se deja de fumar y se bebe alcohol con moderación, la piel puede permanecer radiante y tersa por muchos años.
Actualmente existen tratamientos no invasivos con los que puede mejorar la situación actual de su rostro y cuello de manera natural y muy simple. Muchos lo han llamado "Lifting Sin Cirugía".
Si desea obtener más información, puede visitar la siguiente página:
>>> GimnasiaFacial.Net <<< CLICK AQUI
Se despide hasta una nueva entrega
Marina Torres
No al Bisturi, Lifting Sin Cirugía