It"s hard, I know. Back to reality, to everyday routine, to work... and to our #FitProject14. "Cause I"m sure most of you have been doing the "beer from bar to mouth and sweets from table to mouth" workout. Well, let"s see how to recover from that.
Lo primero, antes de nada, es tomárselo con calma. No pretendamos recuperar en dos días lo que no hemos hecho en diez. Ni matarse de hambre, ni volverse locos a hacer abdominales. Es cuestión de retomar las buenas costumbres y añadir algún que otro "truco" como estos:
-Haz de la dieta sana tu modo de vida. Proteínas magras, verduras, pescado, pasta y arroz integrales, fruta... Todo eso debe estar siempre en tu plato. Deja de lado, al menos unos días, los guisos pesados y las comidas más grasas.
-Llena tu nevera de frutas y verduras de temporada. Así te será más fácil diseñar tu menú semanal, comerás bien y no tendrás alimentos que debes evitar
-Destierra los postres y dulces de tu vida durante una semana. Con postres quiero decir chocolates, pasteles, tartas, helados y demás minardises. Si no puedes pasar sin un postre (como yo), que sea fruta, yogur (mejor desnatado) o infusiones. Lo sé, esto cuesta, pero de verdad que se nota mucho.
-Sobras fuera. Si te han quedado torrijas o roscos de la semana pasada, dáselos a alguien. Porque si no, por no tirarlos, te los comerás. La tentación se evita no teniéndola cerca.
-Pásate de una vez a los green smoothies. Los batidos de verduras y frutas son una forma estupenda de tomargran cantidad de vitaminas y fibras de una vez. Además, sacian y puedes tomarlos a cualquier hora (aunque hay quien los recomienda para desayunar). Un truco: cuando los tomo en la comida se me pasan las ganas de dulce de postre porque estos batidos lo son gracias a la fruta que llevan.
-Haz un poco de ejercicio todos los días. Si te cuesta mucho volver a entrenar a tope después de tantos días de descanso, hazlo poco a poco. Paseos, una carrerita, unas sentadillas, unos estiramientos... Cualquier cosa es buena. Y, si puedes volver a entrenar con intensidad, ¡mejor que mejor!
-Y, por último, revive los buenos momentos que has pasado. Porque sí, las cosas buenas, a veces, engordan. El descanso es un privilegio. Las vacaciones son para relajarse. Y la sonrisa tan bonita que nos dejan en la cara no tiene precio, talla ni kilos de más. ¿O no? Ya habrá tiempo de sobra para recuperarse...