Ya ha llegado el otoño.
¿Qué bonito sería vivir siempre en pleno verano, no? Yo creo que sería la mujer más feliz del mundo. Eso si, he de reconocer que los colores del otoño tienen un encanto especial. Así que, aunque el cambio de estación esté siendo más duro de lo normal, habrá que tomárselo con alegría y seguir la siguiente filosofía.