Lo primero que debemos de saber, es que todo los productos pasan por controles de calidad y si realmente fuera malos para nuestra salud no permitirían su venta, pero esto no quita que su uso a largo plazo no sean del todo aconsejable.
En los últimos años ha habido un incremento en alergias y rojeces en la piel y es debido al abuso de estos conservantes que se encuentran en casi todos nuestros productos de uso cotidiano como puede ser geles, cremas hidratantes o incluso medicamentos.
Los más utilizados son:
Sodium Lauril Sulfate, el jabón. Está presente en limpiadores, cremas y champús.
Aceites minerales, a pesar de aportarnos ese aspecto de cremosidad no son nada sano ya que es un conservante derivado del petroleo, nos absorbe la humedad cutánea. Lo podemos encontrar como mineral oil, paraffinum o petrolatum.
Ftalatos, son disolventes, dietihexiloftalato (DEHP), dibutilftalato (DBP) o butibenziftalato (BBP).
Diethnolamine, la espuma, en las etiquetas lo podemos encontrar como DEA.
Creo que a estas alturas somos todos conscientes de que no debemos usar desodorantes antitranspirantes, y es que su componente principal es el aluminio.
Fenol-Fenil, el alcohol, lo podemos encontrar en las etiquetas como phenolphthalei y chlorophenol.
Otros parabenos los podemos encontrar como Benzylparaben, Butylparaben, Ethylparaben (E214), Isobutylparaben, Isopropylparaben, Methylparaben (E218), Propylparaben (E216).
En 2004, en Edimburgo, se llevaron a cabo unos estudios con tejidos cancerígenos y el 90% de las muestras provenientes de mujeres con cáncer de mama, contenían restos de parabenos.
¿Sabías que son los parabenos?