Como podréis recordar, en años anteriores solían triunfar los maquillajes mates, con bases muy trabajadas y contornos marcados, los cuales han caracterizado habitualmente los looks más “invernales”, pero parece ser que este año las cosas cambian y clave está en apostar por otros más frescos, quizás más típicos del verano, con bases ligeras y luminosas.
Si sois amantes de los tonos rojizos estáis de enhorabuena ya que los colores que vienen pisando fuerte esta temporada serán estos, variando desde tonos ligeramente anaranjados, melocotones y corales hasta intensos tonos caldera.
Para los ojos sigue siendo tendencia el Eye-liner incluso en sus versiones más marcadas. También siguen pisando fuerte los ahumados, además del típico negro y marrón también se abren paso en otros tonos más suaves. Para las nostálgicas de los 70’s hay buenas noticias ya que vuelve la “banana” marcada.
Si queremos estar a la última resaltaremos los pómulos con tonos rojizos, cuanto más rojizo mejor.
A la hora de elegir el tono de los labios podemos volvernos un poco locas, ya que tenemos un amplio abanico de opciones… digamos que se llevará prácticamente todo, tonos burdeos, frambuesa, arándano… Desde el efecto mordido a los colores más intensos y tanto en sus versiones mates como brillantes. Aquí, la elección es fácil, si tienes los labios finitos, mejor aléjate de los tonos mates que los harán parecer más pequeños, los brillantes en cambio aportan volumen.
Y para terminar, una idea para las más atrevidas ¡efecto “glossy” o “charol” en los ojos! Una tendencia no apta para todos los gustos.
Yo ya he empezado a cambiar el “equipo” rescatando algunas cosas que tenía un poco olvidadas y con alguna nueva incorporación como esta sombra de Kiko en tono naranja, que espero poder mostraros en algún look pronto.
No nos podemos quejar, ¿Quién dijo que el invierno era triste y aburrido?.
Feliz miércoles :)