El hombre, de 89 años, se encontraba terriblemente devastado por la muerte de su hija y según difundió su familia en un comunicado “tenía el corazón roto”.
Esto sucede después de que el 5 de junio Kate Spade, de 55 años, se quitara la vida tras colgarse de un ropero con una bufanda roja en su departamento en Nueva York.
Su padre, Earl F. Brosnahan, tenía ya problemas de salud, los cuales empeoraron tras la muerte de su hija, que lo dejó devastado.
Este jueves estaba previsto el funeral de la diseñadora de modas, de la cual se confirmó su suicidio tras la autopsia.
Kate Spade sufría de depresión, según confirmaron fuentes cercanas. Ésta se acentuó luego de que se separó de su esposo, después de 24 años de matrimonio.
Ambos tenían una hija de 13 años, a la que dejó una críptica carta en la que le decía: “Bea siempre te he amado. Esto no es tu culpa. ¡Pregúntale a papá!”.