Sin duda, hay algunos lugares en el mundo que son realmente privilegiados por su clima, el entorno natural que los rodea o la historia que entrañan. Riviera Maya es uno de esos sitios que aúnan estas tres características, por lo que es un viaje más que recomendable y que supondrá una inolvidable experiencia para todos los gustos.
La diversidad natural y vegetal es impresionante, incluso dentro de los propios hoteles.
El viaje
Probablemente, la parte más "pesada" si partimos desde España es este paso. Desde Madrid, el vuelo durará unas 11 horas (algo menos según si es la ida o la vuelta debido a los vientos alisios) hasta el aeropuerto de Cancún, situado en la costa este del país mejicano. Una vez allí, el desplazamiento por carretera hasta la zona hotelera de Riviera Maya durará alrededor de una hora, tiempo necesario para recorrer los más de 80 km siguiendo la costa.
En la costa este de Méjico está nuestro destino.
Alojamiento
En nuestro caso, reservamos la estancia en el hotel Grand Palladium Riviera Maya Resort & Spa, uno de los lujosos hoteles que se encuentran en la zona. En su mayoría, este tipo de hoteles ofrecen paquetes de todo incluído, con alojamiento en habitaciones que son más bien pequeñas villas o bungalows con diferente nivel de equipamiento. La verdad es que el entorno del hotel era inmejorable, un enorme complejo aprovechando la propia naturaleza de la zona, entre jungla y zona costera al mismo tiempo.
El interior de las villas consiste en amplias habitaciones con todo lo que podamos necesitar (cama de gran tamaño, baño con jacuzzi, sofá, mini-bar, terraza, aire acondicionado etc.). Además, el hotel cuenta con su propio servicio de transporte dentro del propio complejo, ya que las distancias pueden ser bastante largas entre distintos puntos del mismo.
Ejemplo de una de las villas del hotel...
... donde podremos tomar un relajante baño en el jacuzzi.
Playa, piscina, naturaleza... ¡Escoge tu plan!
Sin duda, en este tipo de complejos hoteleros lo difícil será decidirnos entre qué actividad realizar, ya que dentro del propio hotel tendremos múltiples posibilidades: darnos un refrescante baño en una de sus piscinas, tomar el sol en alguna de sus playas o simplemente desconectar degustando nuestra bebida favorita, incluso dentro del agua.
La amplia oferta está pensada para cualquier tipo de visitante, ya que además de lo anteriormente citado podremos ir al spa a darnos un relajante masaje o visitar algunas de las "reservas naturales" con las que cuenta el hotel, como el orquidiario, el estanque de los flamencos etc. Cabe señalar (tanto para los amantes de los animales como para los que no les tengáis tanta simpatía) que conviviremos con varios de éstos, que corretean por las instalaciones como un turista más (lagartos, iguanas o incluso otros más exóticos como mapaches).
Ejemplo de algunos de los "amigos" que podréis hacer paseando por el complejo.
Para completar el paquete que todo turista desea, encontraremos diversos restaurantes de buffet libre, donde encontraremos todo tipo de alimentos de distintos tipos de cocina para el desayuno y la comida. Personalmente, me encantó poder disfrutar de todo tipo de frutas tropicales y, por supuesto, de la espectacular comida mejicana, de la que me declaro fan incondicional. Eso sí, aunque está bastante adaptada a los turistas, tened cuidado con las salsas más picantes (el chile habanero, por ejemplo, es especialmente fuerte).
En las villas de más lujo, podremos desplazarnos incluso en canoa entre las distintas instalaciones y restaurantes.
A la hora de cenar, podremos escoger entre diferentes restaurantes temáticos, con distintos tipos de cocina y sus correspondientes menús. En este caso podremos deleitarnos con platos de cocinas tan dispares como la brasileña, mediterránea, italiana, asiática o un buen "steak house", aparte, por supuesto, de la apreciada gastronomía local en el restaurante mejicano.
Los alrededores del complejo encierran sorpresas como este estanque de flamencos.
Mucho más que sol y playa
Si por algo este tipo de viajes en principio no me atraían demasiado es porque para mí quedarme en un hotel tirado al sol y bebiendo mojitos, si bien es una experiencia relajante y gratificante, me resulta insuficiente: me gusta más poder conocer la cultura de la región, visitar sus ciudades y monumentos o vivir su naturaleza. Si éste es tu caso, no te habrás equivocado viniendo aquí, Riviera Maya esconde valiosos tesoros que no te puedes perder.
Disfrutar de espectaculares playas como ésta no es lo único que podrás hacer en esta privilegiada región.
Nadando con delfines
Dentro del propio hotel podremos contratar algunas excursiones y/o obtener información sobre cómo realizar distintas actividades en los alrededores, como os comentaré en próximas entradas. Para despedirme por hoy, os resumiré una de las que más disfruté: nadar con delfines. Éste es un sueño que tenía Piolina desde pequeña, por lo que era una parada más que obligada. Hay varias opciones para pasar un rato con estos inteligentísimos mamíferos, elegid la que más os guste, pero os garantizo que no os decepcionará si os gustan los animales o queréis hacer algo diferente.
Aquí el viajero haciendo amigos :)
En primer lugar, señalar que las instalaciones son impresionantes, con una gran cantidad de delfines que interactuarán con nosotros. Y digo bien: interactuarán. Porque es mucho más que simplemente nadar a su lado o estar con ellos: sus cuidadores nos instruirán sobre cómo debemos tratar con los delfines y nos ayudarán a sacar el máximo provecho de estar con ellos. Al final no os extrañéis si acabáis enamorados de alguno de ellos, como podéis ver en la siguiente imagen.
¿Hace falta comentar algo aquí? ¡Yo creo que no!
Por último, si os advierto que acabaréis gastando más dinero del que podríais pensar en un principio, ya que al finalizar la actividad, y con todo el "subidón", os ofrecerán todo tipo de recuerdos (fotos, vídeos etc.) y seguro que no os podréis resistir a conservar algunos de ellos para la vuelta. La lástima es que no os podréis llevar a ninguno de los delfines... :)
Y con este chapuzón rodeados de estos encantandores seres me despido por hoy, en el próximo post os hablaré de otras posibles visitas que podréis realizar en Riviera Maya, donde la interesantísima y antigua cultura maya nos brindará increíbles sorpresas, como la visita a las ruinas de Tulum o de la archiconocida Chichén Itzá, así como unos consejos que nos vendrán muy bien para movernos por la zona como pez en el agua.
En el próximo viaje, vendremos hasta aquí. ¿Os suena?
¡Hasta la próxima!
El viajero