Nos referimos a zonas del cuerpo, por supuesto, dónde es mejor aplicarse una fragancia: ¿el cuello?, ¿las manos?, ¿el cabello? o ¿quizá la ropa?
Por regla general, se recomienda aplicar el perfume en aquellos puntos del cuerpo donde late el pulso, por ejemplo detrás de las orejas, en las muñecas, en las clavículas o detrás de las rodillas. No se trata de un ritual sin sentido, en estas zonas la temperatura corporal es más alta y el perfume se evaporará más lentamente. Especialmente indicado para las fragancias en forma de extracto, aceites esenciales o perfumes concentrados ya que la cantidad que debe aplicarse ha de ser muy poca.
Cuidado con la ropa. Muchas personas tienen por costumbre rociar el perfume directamente sobre la ropa, pero algunas fragancias tienen componentes que pueden manchar. No lo hagas nunca sobre prendas delicadas, sobre todo si el perfume tiene una base oleosa.
A cierta distancia. Si bien los aceites esenciales deben ser aplicados directamente sobre la piel, la mayoría de los perfumes distribuyen mejor el aroma cuando son rociados a cierta distancia. Por ejemplo, si vas a perfumar tu cuello, inclina la cabeza hacia el lado contrario y mantén el frasco de perfume a unos 10 centímetros de tu piel, luego pulsa el vaporizador. Estarás delicadamente perfumad@ y el aroma se distribuirá en toda la zona.
Piel hidratada. ¿Sabías que los perfumes duran más sobre la piel grasa que sobre la piel seca? Por ello te recomendamos que tu piel esté perfectamente limpia y humectada antes de rociar el perfume. Lo ideal es usar para ello una crema corporal de la misma línea que tu fragancia pero también puedes usar una crema hidratante convencional con aroma neutro. Lo importante es que tu piel no esté reseca o el perfume se evaporará de inmediato.
Catch Me de Cacharel (80 ml, 71???).
Líneas perfumadas. Una excelente forma de prolongar la duración de tu perfume, como te comentamos, es usar una línea de baño a juego (gel de ducha, crema, talco) ya que de este forma potenciarás el aroma de tu fragancia favorita.
Siempre hay buenas ocasiones, y numerosas. Si tienes un perfume sólo para ocasiones especiales, ten en cuenta que no son eternos y como cualquier producto cosmético se degradan pese a que su duración es mayor (3 años aprox.). Sus componentes se deterioran con la luz y los cambios de temperatura. Úsalos y no los guardes en el cuarto de baño ya que la humedad y el calor los estropea, busca un sitio seco y oscuro, mejor dentro de su caja.
Prolonga sus efluvios. Un perfume se mantiene desde su primera aplicación, unas 6 horas. A partir de este tiempo empieza a extinguirse. Si quieres prolongar su efecto, lleva un pequeño atomizador de bolsillo para efectuar retoques ocasionales. Pero nunca antes de 4 horas después de haberlo aplicado, aunque tú no lo huelas, sigue ahí.
Una cuestión personal y medioambiental. La duración de un perfume y su aroma no serán exactamente igual en una persona u otra ya que varía el pH de la piel, la sudoración, los hábitos alimenticios, etc. También hay factores externos que alteran el olor de nuestro perfume. Ambientes cargados de tabaco, calefacciones muy fuertes cuyo calor seco evade la humedad natural de tu piel?