El pasado sábado tuve la oportunidad de descubrir el salón de belleza Isaac LeBlanc en Barcelona, que cuenta con un equipo de profesionales formados en las más prestigiosas firmas, así como los mejores productos capilares y cosméticos.
Después de varias semanas yendo a la playa, con el sol y la sal del mar, notaba mi cabello deshidratado, así que necesitaba un tratamiento de hidratación y también sanear las puntas. Había oído hablar muy bien del salón Isaac LeBlanc y decidí realizarme allí el tratamiento.
Cuando llegué, me recibió personalmente Isaac LeBlanc, un chico super amable y encantador. Antes de empezar con el tratamiento, analizó el estado de mi cabello para ver qué tratamiento de hidratación era el más acorde para mi melena. Una vez analizado mi cabello, pasamos a la zona de lavacabezas para aplicarme el tratamiento. Me encantó esta zona que cuenta con unos sillones con masaje shiatsu y colorterapia que hace que te relajes y entres en un estado de paz y tranquilidad. Toda una experiencia para los sentidos.
Después de aplicarme el tratamiento, me cortaron las puntas y me realizaron un peinado, acorde con mi estilo y mis facciones, ya que que el salón cuenta con un servicio de asesoramiento que analiza tus facciones para darte un estilo personalizado. Me secaron el pelo, primero al aire y después con el cepillo me fueron dando forma al cabello y para acabar de marcarme el rizo, me pasaron la plancha GDH.
Me encantó el peinado que me hicieron, el cual favorecía mis facciones. En la foto de arriba podéis verme con Isaac, después del que tratamiento.
Además, las personas que me atendieron me brindaron un magnífico trato y super amables.
Así, que salí encantada de allí, y estoy segura que repetiré en breve, ya que me encantó el trato personalizado que recibí, así como que disponen de los mejores servicios de belleza y los mejores productos para mi cabello.
¿Qué os parece el peinado qué me hicieron?
Muchas gracias por vuestras visitas y comentarios. Nos vemos el jueves con el último post antes de vacaciones.
Fuente: este post proviene de The dreams of Sweet Lauryn, donde puedes consultar el contenido original.
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