Hoy os voy a enseñar un nail art sencillo y extra brillante.
La verdad que es la misma técnica que he usado en manicuras como ESTA o ESTA. De verdad ques estoy enamorada de las que os acabo de mencionar. No sabría con cual quedarme de esas dos.
Y ahora os voy a enseñar la que he hecho ahora. Esta vez en tono morado:
Increíble el brillo que tiene, ¿eh? Lo malo es que en las fotos es un poco difícil captarlo.
Para hacer esta manicura he usado dos capas de morado en todas las uñas, aunque en las 2 que he seleccionado para poner los glequins, o rombos, solo puse una.
Además, puse en las uñas lisas una capa de "Daddys girl", de Sinful colors. Es un esmalte morado poco cubriente, que tiene micro flakies que brillan en naranja-dorado-verde.
Para las uñas decoradas, usé unos rombitos y los pegué uno a uno. Parece una locura pero para nada se tarda tanto. Eso sí, recomiendo hacer esta manicura con mucha luz solar, para saber por dónde vas.
En las manicuras que os he enseñado al principio, la base es transparente. También lo podéis hacer así pero quería probar de otra forma.
Para pegar los rombos, se pone una capita de esmalte transparente y se van pegando. Es posible que a mitad uña, necesites volver a poner esmalte para que peguen.
Primero se ponen los rombos en la parte de la cutícula. La punta tiene que apoyar en la raya donde acaba la base morada. Pon la primera fila completa. Después, entre los rombos colocados, ponemos otra fila. Y así hasta arriba.
Para rematar la parte de arriba, yo puse los rombos enteros y los corté posteriormente con las tijeras siguiente el borde de la uña.
Para rematar la parte de abajo, corté con las tijeras 2 rombos por la mitad, y los coloqué.
¡¡No os olvidéis de una buena capa de top coat!!
¿Qué os ha parecido, chicas? ¿Habéis hecho alguna manicura así o no tenéis tanta paciencia? :P Comentádmelo abajo ^^
Besotes guapas.