Porque lo normal, es estar bien. Es un error pensar, ‘como estoy fuera de casa es normal no ir al baño’. Lo ‘normal’ es ir como mínimo, cada 2-3 días si hay un cambio importante de dieta, agua, horarios… Y ‘lo normal’ es ajustar todos estos ‘inconvenientes’ para ir al baño con la frecuancia adecuada (diaria) a los pocos días de llegar a nuestro lugar de vacaciones. ¿Cómo?
WC en el desierto. Yosoyjulito
Lo primero y más importante, con una alimentación rica en fibra. Para ello, se deben incluir todos los días mínimo dos o tres frutas (kiwi, pera, cerezas, melón, sandía…). La cereza es laxante y purificante. Consumidas en ayunas, nos beneficiamos mejor de su efecto. Contienen una sustancia que favorece la digestión, purifica el hígado y reequilibra la flora bacteriana intestinal, agilizando el tránsito.
También incluiremos en nuestra dieta diaria dos raciones de verduras, de las cuales una sea en crudo (tomate, pepino, lechuga, espinaca…). No nos podemos olvidar en verano de las legumbres, en ensaladas frías están buenísimas.
Y si es posible, elegir versiones integrales de pan, cereales, etc. ya que aportan más fibra, y también más vitaminas y minerales. Es importante mantener una alimentación saludable incorporando productos que beneficien en el marco de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
Si en menos de una semana no conseguimos la regularidad deseada, es decir, ‘lo normal’, se puede preparar un desayuno en el que se mezcle: un kiwi y dos o tres ciruelas secas troceadas, tres nueces o almendras, un producto lácteo con bífidus, para cuidar la salud digestiva, y una cucharada de semillas de lino. Este tipo de semillas también se pueden preparar dejándolas a remojo en un vaso con un poco de agua durante todo el día y tomarlas por la noche, rellenando antes el vaso con más agua.
J’? les céréales Por fred_v
Otros hábitos recomendables son: respetar un horario de comidas; mantener la misma hora para ir al baño; masticar bien los alimentos para tener una buena digestión; beber suficiente líquido, incluído un vaso de agua templada en ayunas; y practicar alguna actividad física todos los días. El ejercicio complementa los movimientos de los intestinos y ayuda a fluir el tránsito intestinal. Las actividades más recomendables son las de tipo aeróbico, como caminar, montar en bicicleta o nadar. basta con dedicar un espacio de tiempo de media hora. Es aconsejable esperar un par de horas después de acabar la comida para empezar a realizar el ejercicio.
Esto nos ayudará también en el caso de tránsito acelerado. Porque a veces un cambio en la rutina alimentaria provoca el efecto contrario, por eso conviene imitar la rutina invernal lo más posible aunque estemos de vacaciones y variar mínimamente la dieta. Si queremos probar alimentos nuevos, incorporarlos poco a poco, primero en una pequeña cantidad en una de las comidas y esperar a ver sus efectos en nuestro cuerpo. Si se tolera bien, podemos continuar incorporando otros o cantidades mayores, pero siempre estando muy atentos a la respuesta de nuestro intestino. Bebidas demasiado frías o alimentos muy especiados pueden jugarnos una mala pasada y arruinar nuestros días de merecido descanso. Es importante tener en cuenta que mantener un tránsito intestinal regular es esencial para el bienestar general. Recuerda, lo normal es ser precavido.