Ellas mandan: La imposibilidad de ser perfecta

Ellas mandan (Late Night) es una divertida comedia que además de contar con la actuación de la carismática y brillante Emma Thompson pone sobre la mesa temas relacionados con el feminismo (como la sororidad), las convenciones sociales (como la fidelidad), la inclusión y la meritocracia.

 

Katheryn Newbury (Emma Thompson) es una consagrada conductora de un programa de televisión dedicado a la comedia, pero su show ha dejado de ser atractivo para las nuevas generaciones y está al borde del colapso.

 



 

Una de estas razones son los chistes que el equipo de guionistas (todos hombres), bajo su mando, hacen para el programa pues al parecer ninguno de ellos está interesado en las minorías.

 

Por esta misma razón Katheryn decide contratar a una mujer negra, inmigrante, obrera y con poca experiencia profesional (todas las minorías en una sola persona) para dotar su show con ideas nuevas.

 



 

El problema es que Katheryn, es una mujer que no empatiza para nada con otras mujeres; así lo muestra cuando Molly (Mindy Kaling) llega a la televisora y es rechazada constantemente por su jefa quien en varios momentos le resta mérito y la humilla frente a los demás.

 

Todo esto cambia cuando Molly se vuelve indispensable para su jefa pues además de mostrar su talento e incentivarla a mostrarse su verdadera personalidad ante las cámaras; es la única que permanece a su lado cuando se vuelve la comidilla de los medios tras quedar al descubierto una infidelidad de Katheryn, como una forma para ejercer presión y obligarla a renunciar.

 



 

El marido de Katheryn está decepcionado, no entiende el porqué de la conducta de su mujer y aunque en un principio se marcha; es lo suficientemente inteligente, maduro (y feminista) para entender que el valor de su esposa no radica en la fidelidad o en la forma en la que ella vive su sexualidad.

 

Kate le pide perdón a su esposo por no haberle dado una familia y él le recuerda las razones por las que la ama y le hace ver que ella no buscaba convertirse en madre, por lo tanto, los reproches sobran, tampoco simpatizar con los demás y tener un sequito de admiradores:

 

Kate, tú buscaste siempre la excelencia, le dice mirándola a los ojos.

 



 

Otro momento interesante en la cinta es cuando Katheryn decide defender su trabajo, pese a la depresión que enfrenta, cuando un standupero con poco talento intenta ocupar el lugar que ella ha ganado y que la televisora pretende arrebatarle por encontrarla vieja, menopaúsica y poco atractiva.

 

En esa misma tónica, la película hace una interesante critica al valor de uso que Hollywood les da a las actrices pues cuando éstas envejecen las oportunidades laborales se les cierran.

 



 

Este y otros momentos dentro de la cinta hacen que valga bien la pena recomendarla. No obstante, no todo es excepcional (pese a que pudo serlo) pues la historia termina por resolverse de un modo simplón en vez de atreverse a contarnos una historia más arriesgada y con un final menos rosa.

 

 



 

Imágenes: Cine Caníbal 

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