Presentaron una colección muy dramática que, como no podía ser de otra manera, estaba inspirada en grandes clásicos de la ópera como Mademe Butterfly, La Traviata o La Flauta Mágica entre otros y en ella abundan los vestidos, los brocados dorados, organzas, plisados, bordados de lentejuelas, perlas y piedras semipreciosas pero también hay hueco para una mujer que quiere alejarse del clásico vestido con piezas de sastrería y para un público más juvenil con sudaderas de armiño y vaqueros pintados a mano por un grafitero de Nueva York.
Por supuesto no faltaron las impresionantes joyas que acompañan todos los diseños de DOLCE & GABBANA así como los tocados y grandes piezas en la cabeza elaborados con plumas, flores y pedrería y espectaculares peinados elaborados por el peluquero Guido Palau.
Fotos: DOLCE & GABBANA / ALLURE