¿Qué tal va la semana?
A mí me espera un día largo de reuniones y si tenéis un miércoles movido como yo, espero que esta entrada os sirva para despejaros =)
Hoy os traigo una manera de hacer un exfoliante casero, muy sencillo, barato y, para mí, es uno de los más efectivos que conozco.
Utensilios necesarios:
- Un recipiente vacío con tapadera
- Azúcar
- Aceite de oliva
- Una cuchara
Elaboración:
Lo primero es rellenar una tercera parte del recipiente con aceite. Esto es un poco a ojo, si después veis que es necesario echar más, pues lo hacéis.
A continuación, vamos completando el recipiente con el azúcar. Yo aquí eché unas 5 cucharadas, pero al igual que con el aceite, si veis que os quedáis cortos, podéis ir completando.
El azúcar tiene que sobrepasar el aceite.
Vamos removiendo hasta que quede una textura pastosa. Si queda demasiado seco, añadimos más aceite. Si vemos que queda muy líquido (no se debe ver aceite), añadimos más azúcar.
Y voilà! Aquí tenemos nuestro exfoliante casero
Os recomiendo que lo tapéis y guardéis en la bañera. Así, una vez a la semana, justo antes de enjabonaros, os exfoliáis con esta mezcla y seguro que veis unos resultados fabulosos en poco tiempo.¡Nos vemos la semana que viene!