Para las que trabajais el fimo de colores ,ya sabéis lo que cuesta mantener las manos limpias, horror! cada vez que cambias el color hay que lavarlas cuidadosamente y eliminar todo rastro de color invisible, y no digamos ya si vamos a usar blanco...parece que atrajese todo lo que ni el lavado mas cuidadoso ni la mirada más severa en busca del más nimio resquicio de suciedad hubieran dejado.
De repente la masilla blanca pasa a ser un amasijo de suciedad, y te quedas pensando como es posible?? si me he dejado la piel en el jabón???
Bueno...pues encontré esta solucion ,es un jabon que vi en un blog para después de trabajar en el jardín con la tierra, lo encontre aqui :, es exfoliante y te deja las manitas relucientes, pero despues de diez lavados seguidos se te quedan las manos, como lo diría yo...pelin resecas y cuarteadas?
Así que decidí intentar una receta nueva, añadiéndole algún ingrediente hidratante, y esta es mi receta definitiva.Llevo meses usándola, pero me parecía algo tan tonto que no se me había ocurrido hacerle un tutorial.Como se me ha acabado el último lote que preparé he pensado que quizas a alguien le vendria bien..
El paso a paso está después del mosaico.
Necesitaremos, un tarro para guardar el mejunje, azucar, aceites varios,una cuchara para remover, miel (opcional) y un jabón de manos líquido.
Llenamos el frasco con azucar dejando libre como un tercio de su capacidad.
Momento que aprovechará el gato de turno para hacerla prueba de calidad al azucar.
Quitamos a la gatita, (con amor y paciencia ) y añadimos el jabón líquido.
Que cubra el azucar pero sin llenar todo el frasco...que aún faltan ingredientes.
Mientras no miramos, la gatita se encargará de limpiar los granitos de azucar ...
Añadimos miel..
Aceite de almendras dulces..
Aceite de rosa mosqueta...
Y mi favorito, el aceite de flor de Tiaré... este lo añado básicamente por el olor...cierro los ojos y me transporta a Tailandia!
Empezamos a remover...
Y remover con cuidado..
Que no haga espuma...
Quedará con esta consistencia, si veis que no , se puede probar a añadir más azucar o miel.
Se frota en las manos y se aclara, quedan las manos suavitas y huele de maravilla!
Fuente: este post proviene de El tocador de cenicienta, donde puedes consultar el contenido original.
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