Por un lado se llevan las prendas en colores lisos y por otro las estampadas. En los colores lisos encontramos desde los tonos pastel, tierra y blanco, como el que define el estilo minimal, hasta los colores flúor, como el amarillo o el rosa más brillantes. Una apuesta sencilla es combinar ambos tipos de prendas, logrando un equilibrio entre ambos estilos. Evitaremos así tanto los excesos como la falta de color.
Otras tendencias son la militar y el safari urbano. En la primera, encontramos chaquetas de inspiración militar y prendas donde predomina el verde, acompañado a menudo de tonos marrones para lograr estampados que recuerdan a los de camuflaje de cualquier ejército.
En el estilo safari predominan los tonos camel y arena. La prenda clave de este estilo es la sahariana, inspirada en las chaquetas de explorador, que se vuelve más sofisticada con un cinturón.
Más veraniegos son los estilos Lolita y marinero. La jovencita de la novela de Nabocov inspira shorts de talle alto, prendas rosas y gafas de sol que recuerdan a los accesorios de una Barbie. Las rayas marineras también están muy presentes esta temporada y este año no son incompatibles con los cuadros y tableados. Una prenda que no debe faltar en nuestro fondo de armario es una camiseta marinera.
Lo bueno es que no todas estas tendencias están reñidas, así que esta primavera-verano podremos hacernos con un look personal combinando varios estilos de la forma adecuada. ¡Ninguna irá igual que la otra!
Fotógrafo de H&M: Peter Gehrke