Para pieles grasas usaremos clara de huevo y para las secas, yema. También necesitaremos lima o limón, un tenedor y un algodón. Bate el huevo hasta que tenga un poco de espuma y echa el limón. vuelve a batir y cuando esté bien mezclado aplícalo por todo el rostro con el algodón. Lo ideal es poner tres capas dejando secar cada una de ellas y luego esperar entre 20 y 30 minutos sin hacer demasiados gestos. Pasado este tiempo, nos lavaremos con agua fría y veremos como nuestra piel queda más homogénea cada vez.
Es importante hacerla por la noche para evitar que el sol manche la piel a causa del limón y lavar bien el rostro cada mañana. Si la haces durante el día, recuerda no exponerte a la luz hasta que laves bien tu rostro y te eches protección solar.