Empezamos con Rossy de Palma. Es cierto que la actriz tiene un estilo muy personal y hay que reconocer que por lo menos fue fiel a él. Y menos aún combinado con esos botines y esas medias de rejilla, que lo hacían más informal aún e incluso ordinario.
Anne Igartiburu no suele acertar con su recargado estilo a la hora de vestir y ayer lo dejó más que patente. Su vestido de Lorenzo Caprile llevaba demasiados brillos, la hacía más mayor, y el abrigo capa remataba un look un tanto agobiante. Sí que acertó, en cambio, con el peinado.
La pareja de Imanol Arias, Irene Mertixell, llevaba un look tan extraño que no sabría cómo calificarlo. El traje chaqueta era soso a rabiar pero el efecto que le produce el chal lo cambia totalmente, aunque a peor. Dicho complemento estaba diseñado por ella misma y para rematar, llevaba estampada la cara de Goya. Curioso homenaje.
Sin palabras me ha dejado el estilismo de Lola Dueñas. La figura que la deja es bastante extraña y además tampoco acertó con el peinado.
Leonor Watling es otra de las que no suele faltar en esta lista. En mi opinión es una mujer guapísima que no sabe sacarse ningún partido. El vestido de inspiración oriental de Miriam Ocáriz y el moño que llevaba la echaban años encima. Podía haber tomado nota del look premamá de Natalie Portman.
Leire Pajín iba tan poco acertada que fue objeto hasta de burlas. El vestido, de Hannibal Laguna, la hacía parecer más mayor y más gruesa. El maquillaje y el peinado tampoco ayudaron.
Nora Navas, ganadora del Goya a la mejor actriz, llevaba un estilismo que no dejaba nada a la imaginación. La verdad es que en boceto, el vestido de Cortana es muy bonito.
¿Cuál creéis que va peor? ¿Incluiríais a alguna más?
Imágenes: 20minutos, Vogue, El País