1. Lavar el rostro todas las noches antes de meterse en la cama. Desmaquillarse la cara y los ojos, y después limpiarse con un jabón toda la suciedad acumulada durante el día.
2. Exfoliar la piel para eliminar todas las células muertas y la suciedad que el jabón no ha sido capaz de limpiar.
3. Aplicar una crema hidratante antes de meterse en la cama, para hidratar el rostro a lo largo de la noche. Esta crema de noche nos ayuda a tensar y a reafirmar la piel.
4. Intentar estar en la cama a la misma hora todos los días para conseguir un buen ritmo de sueño.
5. Bajar la temperatura del cuarto.
6. Utilizar un humidificador para ayudar a prevenir la sequedad de tu piel.
7. Asegurarse que el cuarto está completamente a oscuras para descansar bien.
8. Relajarse y practicar la respiración para asegurar un sueño profundo.
9. Intentar dormir boca arriba y con la cabeza ligeramente elevada para evitar por la mañana tener ojeras y bolsas debajo de los ojos.
10. Beber agua para tener la piel hidratada.
11. No tomar bebidas con cafeína antes de dormir.
12. No hacer ejercicio justo antes de dormir.