Para los que no saben la dieta de sal yodada, es importante para nuestro cuerpo. Las carencias de yodo en el organismo son mucho más graves de lo que puede parecer si no administramos a nuestra dieta la suficiente cantidad de este mineral. Una de las mejores fuentes proviene de la sal yodada que, si se toma con moderación, previene estados carenciales y enfermedades como el bocio, un mal que se manifiesta por el crecimiento patológico de la glándula tiroides.
En el caso de embarazadas, las complicaciones pueden ser mayores, ya que puede ocasionar lesiones cerebrales en el feto y los lactantes. La UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan su consumo obligatorio ya que un tercio de la población tiene carencia de yodo. En la Unión Europea existen países donde todavía una parte importante de la población está expuesta a la falta de yodo. En España, un 20% de los niños padece alguna vez carencias de este mineral.
Establecer su consumo obligatorio mediante una regulación legislativa puede ser fundamental para mejorar la situación. A parte de esta obligación legal, por la que los organismos médicos están luchando, también se están impulsando campañas de prevención y concienciación para adquirir sal yodada a la hora de hacer la cesta de la compra. En los supermercados podemos encontrar sal fina de mesa yodada o no, así que en nuestra mano está mejorar nuestra salud gracias a los beneficios de una dieta rica en yodo.
Complicaciones de las carencias de yodo
150 microgramos de yodo diarios son suficientes para evitar los problemas que se derivan de una dieta baja en sodio. Males que no existirían si utilizásemos sal yodada: entre ellos, malformaciones en el feto, cretinismo (retraso mental y deterioro severo de las facultades motoras), enanismo, la sordomudez y otras malformaciones congénitas. Los adultos con una ingestión baja de yodo pueden sufrir hipotiroidismo.
Aunque la sal yodada es la que más cantidad de este mineral aporta al organismo, también el consumo de verdura proporciona yodo, fundamentalmente ciertas algas que se pueden encontrar en los herbolarios. Asimismo, es importante no sobreconsumir el yodo, porque también tiene efectos nocivos para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides.
Si se toman suplementos de yodo, se debe consumir entre 100 y 150 microgramos al día, para alcanzar una ingestión total de entre 150 y 200 microgramos. Si se toman algas como fuente de yodo es mejor utilizar las algas que tienen un contenido uniforme de yodo, tales como la kelp (kombu) o la hijiki. En cualquier caso, la sal es la fórmula ideal para tomar yodo, porque su consumo es diario, barato y accesible, y la sal yodada tiene el mismo sabor que la sal común.
Problemas de la producción
Un tema importante, según los expertos, es la existencia de un peligroso numero de productores de sal a pequeña escala, que dificulta que apliquen todos de manera homogénea los procesos de yodación. Existen irregularidades que el Gobierno debe vigilar para que se controle la cantidad de yodo que se consume en la sal.
También están cambiando los métodos de control de la cantidad de este mineral en el cuerpo: la existencia o no de bocio en el paciente ya no es el mejor indicador, lo más adecuado es comprobarlo mediante un análisis de orina. Vigilar la cantidad de yodo del organismo debe ser una constante, especialmente en niños y embarazadas. Para evitar sorpresas desagradables, no hay más que poner un poco de sal yodada en nuestra vida.