De esta manera, podríamos dividir las bases de maquillaje en tres grandes bloques: Bases líquidas (todos sabemos lo que son), polvos compactos (su propio nombre indica) y polvos sueltos (los polvos más tradicionales).
Vamos a ver cómo son, y para qué sirven cada una:
BASES LÍQUIDAS
Un base de maquillaje líquida, será, salvo excepciones, la que más cobertura nos va a ofrecer. La capacidad de cubrir las imperfecciones y de unificar el tono del rostro, son los objetivos de las bases de maquillaje en general, y de éstas en particular.
¿Cuándo aplicamos nuestra base de maquillaje?¿Quién me lo dice? EXACTO! Tras la correcta limpieza e hidratación del rostro. Si no, nos arriesgamos a quedarnos "a parches" o a la mala fijación del producto.
¿Para quién son estas bases líquidas?
Aunque actualmente es casi imposible no encotrar una base líquida que se amolde a las necesidades de tu piel, sí que es un hecho generalizado que son las bases más hidratantes. De esta manera, son la base por excelencia para las pieles más secas, aunque, como os digo, un piel mixta, o mixta grasa, también podrá encontrar una base líquida que se adecúe a sus necesidades (por ejemplo la de la foto, perfecta para pieles mixtas).
Su modo de aplicación depende del resultado que esperemos y del tiempo que tengamos. Así, el resultado más natural lo vamos a obtener aplicándolo con los dedos, lo cual también tiene desventajas, como una peor economización del producto, y que no es bueno el contacto dedos-base ni el contacto dedos-cara. Otra formas es la esponja de látez, la más conocida, tal vez. Esta forma te va a dar una gran cobertura, pero hace falta práctica para evita el efecto "parcheado". La menos conocida, qu emás me gusta y que más utilizo yo, es la aplicación con brocha. De esta forma, empleamos menos producto y nos va a quedar con ese efecto "air-brushed" tan favorecedor.
BASES EN POLVO COMPACTO
Estas bases, surgidas hace relativamente poco tiempo, añaden la ventaja de disponer de un formato apto para el transporte, lo que nos permitirá retocarnos en cualquier momento y lugar.
Como podéis ver, suelen presentarse en formato polvera, con esponja casi siempre y con espejo a veces. Muy muy práctico. Por lo general, los polvos compactos nos van a dar una cobertura menor que una base líquida, pero a su favor, quedan más naturales y son más rápidos de aplicar.
Son la opción perfecta para las pieles mixtas-grasas, ya que, por su textura, ayudarán de forma excelente a controlar los brillos y la secreción sebácea, mantentiendo, por más tiempo, el aspecto de piel limpia y unificada.
Además, estos polvos (como los sueltos), aceptan tanto ser utilizados a modo de base de maquillaje, como después de la base líquida, un ligero brochazo, para matificar y fijar el maquillaje, que nos durará más tiempo intacto.
La forma de aplicación mas generalizada y sencilla es con brocha, aunque hay quien utiliza el método de la esponja para obtener una cobertura mayor.
BASES EN POLVO SUELTO
Estas bases añaden un plus de ligereza y naturalidad a las bases anteriores. Son totalmente distintas, y es, tal vez, la imagen que todos tenemos del maquillaje en polvo, un polvillo muy fino que, aplicado con brocha o borla, da un aspecto sano y unificado a nuestra tez.
Como os digo, estos maquillajes en formato de polvo suelto, son más ligeros, rara vez se acartonan y quedan muy, muy naturales. Como contra, la aplicación. Estos polvos no son aptos para el transporte, ya que su aplicación es algo máss tediosa que la aplicación de un polvo compacto.
Su aplicación consiste en verter sobre la propia tapa del tarro una pequeña cantidad de polvo, que deberá ser recogida con una brocha para su posterior aplicación en el rostro. Esto, hecho en casa con tranquilidad no es para nada desagradable, pero, ¿os imagináis ir a una discoteca o a una cena y tener que llevar los polvos, la brocha etc? Con el riesgo añadido de que, si esta cajita se te cae abierta, los polvos se salen y te quedaste sin ellos.
EN RESUMEN
Un tipo de base para cada tipo de piel, aunque, con los tiempos modernos, existen bases de todo tipo para pieles de todo tipo.
Orientándolo hacie el maquillaje masculino, que busca la naturalidad: No tiene por qué notarse. Un maquillaje bien aplicado, del tono apropiado (es decir, de vuestro tono de piel, ni más claro ni más oscuro), y mate (nada de brillos satinados ni cosas de esas), no tiene por qué dejar ver una base de maquillaje, sino una piel unificada, resplandeciente y libre de imperfecciones... al menos a la vista.
Espero que os haya gustado!
Dudas??