Como cada primer miércoles de mes, tenemos entrada sobre belleza de la mano de Marta de Belleza a diario y otros vicios. Hoy nos trae una entrada muy útil y práctica para nuestra rutina de belleza, así que poneos cómodas y tomar nota de los consejos de hoy.
Todas tenemos en mayor o menor medida alguna brocha de maquillaje, bien sean de pelo natural o de pelo sintético. Al igual que cualquier instrumento que entre en contacto con nuestra piel es necesario darles unos cuidados adecuados. Tened en cuenta que pueden coger mucha suciedad por el uso de los productos cosméticos y si no se mantienen limpios, eso puede traducirse en infecciones cutáneas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es la frecuencia de uso de las brochas. Si se usan de manera diaria o asidua su limpieza no debe ser inferior a una vez a la semana. Si se utilizan ocasionalmente mi recomendación siempre es unas dos veces mensuales.
Tómate un tiempo para hacerlo de manera correcta. Parece una tontería, pero las prisas no son buenas consejeras en estos casos.
CÓMO REALIZAR LA LIMPIEZA
1. Es preferible usar el grifo del cuarto de baño (obviar el de la cocina, que puede salir con mucha presión y estropearlas), ajustándolo a una temperatura templada.
2. Cogemos la brocha que queramos limpiar y la ponemos bajo el chorro boca abajo, dejando que se mojen las cerdas de la brocha (esto se hace para que no entre agua a través del mango). No os olvidéis de cerrar el grifo cuando esté mojada, que no hay que desperdiciar.
3. Usando el producto con el que queremos realizar la limpieza echamos una pequeña cantidad en el centro de nuestra mano y usando movimientos circulares limpiamos los pelillos de la brocha. Veréis que el agua se va tiñendo (yo suelo recomendar hacerlo con un jabón neutro líquido, aunque tenéis también líquidos específicos).
4. Cuando el producto ya no dé para más uso, lo limpiáis de la mano y pasáis la brocha por debajo del agua templada para ir eliminado los restos (siempre boca abajo).
5. Repetir el proceso todas las veces que sean necesarias hasta que el agua que sale al pasar el pincel sea otra vez transparente o del color del producto que habéis utilizado.
Una vez hechos estos sencillos pasos, es recomendable dejarlas secar en posición horizontal sobre una toalla seca. Si veis que cuando empiezan a secarse alguna se "despelucha" o suelta muchos pelos, es un buen momento para que la cambiéis.
Espero que os haya gustado esta entrada. Ya sabéis que el primer miércoles de cada mes hacemos una colaboración. Ella escribe aquí sobre belleza/maquillaje y yo sobre moda/tendencias en su blog. ¿Qué os parece esta colaboración? Si tenes alguna sugerencia o queréis que tratemos un tema concreto sobre maquillaje podéis dejarme un comentario o enviarme la propuesta por email.