Lo bueno es que el proceso de limpieza es muy sencillo. Lo primero que tienes que hacer es adquirir un producto específico para limpiar brochas y pinceles de maquillaje. Puedes conseguirlo en tiendas tipo Sephora o Kiko y no es demasiado caro. Estos productos están diseñados para poder ser utilizados a diario, o después de cada uso. Si los utilizas todos los días lo ideal es que una vez a la semana hagas una limpieza más profunda (si no te maquillas todos los días, puedes hacerla una vez al mes). Necesitarás:
Un cuenco poco profundo
Champú suave
Un paño de algodón (que no suelte pelusa)Estos son los pasos a seguir.
Enjuaga los pinceles bajo en grifo con agua tibia para asegurarte de retirar todos los restos de maquillaje. Ten cuidado de no presionar demasiado en el mango, ya que podría despegarse la zona de las cerdas.
Llena el cuenco de agua tibia con un pequeño chorrito de champú, y al girar las cerdas del pincel dentro del agua.
Enjuaga de nuevo bajo el grifo.
Continúa con estas operaciones hasta que el agua de enjuagado salga limpia.Y voilá! Tus pinceles estarán limpios y libres de bacterias para seguir ayudándote todos los días a sacarte el máximo partido. Ahora solo piensa, ¿cuándo fue la última vez que los limpiaste a fondo?
-Noemi
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