Seguramente a todas alguna vez nos ha pasado eso de comprar una base de maquillaje, probarla y que nos encante, y al poco tiempo, por alguna razón deja de gustarnos. También puede darse el caso que de que, por algún motivo, no podamos cambiar esa base y que nos devuelvan el dinero, etc.
El caso es que probablemente nos hayamos topado con una base de maquillaje que no cumple nuestras expectativa y, es ahí cuando la mayoría optamos por desecharla, regalarla a alguien que le pueda funcionar o simplemente dejar de usarla.
Aquí os dejo un buen truco para que, de alguna manera, podáis seguir usando esa base que odiáis y no sintáis que adquirirla fue una total pérdida de tiempo y dinero. Aunque no es un truco milagroso, sí que es una buena manera de terminar esa base y seguir probando otras.
Coge tu crema hidratante de rostro favorita y esa base de maquillaje. Pon una cantidad de base, inferior a la que normalmente usabas en el dorso de la mano y, mézclala con una pequeña cantidad de la crema hidratante.
Puedes ir añadiendo más crema según tu gusto. Al final, debe quedar una mezcla homogénea, con una textura más ligera que la de la base de maquillaje original. Al aplicarla en el rostro, notarás que la cobertura se ha reducido, lo que hará que puedas darle un uso diario, proporcionándote un acabado más natural.
Este truco también sirve para aclarar el tono de tu base de maquillaje. Eso sí, no debes olvidar que también alterarás su cobertura.
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Este post pertenece a Serchickas.blogspot.com, autora Carmen.
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