Sí, son los grandes olvidados, no me lo puedes negar: llevamos el cabello bien cuidado y peinado, las cejas bien delineadas, la piel de nuestra cara luce perfecta; después de la ducha, nos aplicamos una loción corporal o un aceite… pero para mucha gente, el cuidado de la piel -y del cuerpo en general- termina en los tobillos.
Eso tiene varios problemas, y voy a ir más allá del aspecto estético, así que hablemos un poco más sobre los pies.
Está claro que, a nivel estético, sobre todo en verano, unos pies bien cuidados, con piel hidratada, sin grietas ni pieles, dan un aspecto de cuidado general en la persona en cuestión. Pero, para bien o para mal, los pies tienen mucha más importancia, más allá de si estamos cuidando su piel hidratándola y exfoliándola convenientemente.
Los pies son una de las partes del cuerpo que hacen el trabajo sucio: nos llevan de acá para allá, y soportan todo nuestro peso durante el día, y muchas veces, esos días son increíblemente largos. En el caso de las mujeres, además, hay que añadir que los pies a veces andan encaramados sobre zapatos de tacón, que pueden ir desde un tacón razonablemente cómodo a esos tacones de aguja imposibles.
Por lo tanto, por todo ese esfuerzo diario que hacen nuestros pies, deberíamos mimarlos más de lo que lo hacemos.
Cuando mi hija Enoâ era pequeña, tuve ocasión de poder hacer un pequeño curso de reflexología podal infantil; y también tengo la gran suerte de que mi madre es monitora de reflexología podal, así que, en mi casa tenemos muy presente el cuidado de los pies como parte del cuidado integral de nuestra salud.
Cuando me encuentro mal o cuando me daban lumbalgias con frecuencia, Madre venía a casa, y me dedicaba una buena sesión de reflexología podal; dolía en el momento, porque en las plantas de los pies se reflejan todas las partes y órganos del cuerpo; pero después aliviaba. Y a veces, entre el reiki que me doy a mí misma y la reflexología podal que me practico, intento disminuir mis dolencias.
Por eso hoy quiero compartir contigo este vídeo de Nivea con el que puedes aprender a llevar un óptimo cuidado de tus pies a través de los masajes, tal y como te explica la fisioterapeuta del vídeo.
Si bien los consejos del Nivea se centran en recuperar el cuidado de los pies después del verano -que tal vez es una temporada en la que se presta más a llevar los pies descubiertos y por eso necesitan más cuidados-, yo te animo a que extiendas el cuidado de tus pies al resto del año, más allá del verano.
Gracias a las indicaciones del vídeo, aprenderás, de una manera sencilla, cómo darte un óptimo masaje en los pies que te ayudará, después de la jornada, a disminuir el dolor y mitigar el cansancio.
Antes de despedirme y desearte un buen fin de semana, te invito a repasar estas claves a la hora de darte tu masaje para el cuidado de los pies:
La mejor hora para darte el masaje en los pies es por la noche, cuando ya estés en casa relajada y tranquila.
Escoge un aceite o una crema untuosa (la lata de Nivea “de toda la vida” es ideal) y caliéntala primero frotándola en tus manos.
Realiza el masaje con movimientos circulares.
Si encuentras un punto doloroso, deja de masajear y presiona.
Las tareas se convierten en rutinas después de practicarlas durante 21 días seguidos, como te conté en el post sobre mi rutina de cuidado facial, ¡así que persevera!
Éstos son los consejos de Nivea para el cuidado de los pies. Te animo a que incorpores el cuidado (y el mimo) de tus pies en tu día a día.
Y ahora cuéntame:
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