Todo tipo de piel es sensible a los rayos solares. Es muy importante que día a día realicemos los cuidados necesarios para protegernos de sus potenciales daños.
El sol nos aporta múltiples beneficios como es ayudar a metabolizar la vitamina D, contribuyendo a la buena salud de los huesos; aumentar el número de glóbulos blancos reforzando el sistema inmunológico y también mejorar el estado de ánimo entre muchos otros, aún así debemos tomar algunas medidas para obtener los mayores beneficios y evitar posibles daños.
Para cuidar la piel y protegerla adecuadamente, les recomendamos esta sencilla guía:
1 – Buena hidratación
El cuerpo tiende a perder una gran cantidad de humedad los días de calor, por lo que es importante reponerla constantemente. Para sellar la hidratación puedes pulverizar agua mineral con un frasco de los que se usan para rociar productos capilares y tomar mucha agua y líquidos, y la piel permanecerá suave e hidratada.
2 – Horario adecuado
En lo posible, no tomar el sol directamente de 11:00 am 3:00 pm. En este lapso es cuando los rayos del sol están verticalmente y pueden dañar la piel.
3 – Protector solar
Usar protector solar adecuado a tu tipo de piel es imprescindible. Usa uno adecuado a tu tipo de piel.
4 – Limpieza de la cara
Para mantener los poros libres de suciedad y obtener un bronceado más parejo, debes limpiar la cara dos veces al día. La primera, al levantarte y antes de aplicarte la crema hidratante y también antes de ir a dormir para quitar lo que se ha acumulado durante el día.
5 – Exfoliación
Es muy importante exfoliar la piel para eliminar la piel muerta y mejorar la circulación de la sangre en la cara. Una vez a la semana es adecuado.
6 – Exposición progresiva
La exposición solar debe ser progresiva. Los primeros días debes tratar de no estar mucho bajo el sol y entonces, aumentar paulatinamente ese tiempo para que darle tiempo a la piel para que se fortalezca con su propia melanina que la protege del sol de manera natural.
7 – Bronceado
Si quieres adquirir un bronceado más rápido, consume alimentos ricos en betacaroteno que estimulan la producción de melanina como zanahorias, papayas, albaricoques (damascos) y sandía.
8 – Bronceado no deseado
La harina de garbanzo puede ser utilizada para deshacerse de un bronceado irregular. Mezclar media taza de yogur y unas gotas de limón y aplicar en el rostro . Dejar hasta que se seque. Aclarar con agua fría.
9 – Evita las bebidas gaseosas
Estas bebidas están llenas de azúcar que no son buenas para la piel. Toma agua, zumos de fruta fresca o agua de coco para mantenerte hidratada. Reduce al mínimo la ingesta de diuréticos, como el alcohol y la cafeína, pues disminuyen el agua de tu sistema.
10 – Refresca tu piel
La exposición prolongada al sol es una agresión a nuestra piel. Para ayudar a repararla lo ideal es aplicarse una mascarilla refescante al final del día. Una receta es mezclar la mitad de un pepino triturado y 1 cucharada de yogur. Aplica ésto en la cara durante 15 minutos y retira con agua fría.
Consejos para una buena protección
Toma el sol en horarios adecuados. No exponerse entre las 11 am y las 3 pm.
Cada piel tiene un fototipo particular y por lo tanto necesita un factor de protección diferente. Se recomienda que en ningún caso sea menor de 30.
Elegir un bloqueador que proteja tanto de las radiaciones UVB como UVA.
Aplica el bloqueador como mínimo 20 minutos antes de exponerse al sol para que la piel absorba sus componentes.
Protege también los labios, orejas y pies, ya que estas son zonas que reciben los rayos de igual modo.
Vuelve a aplicar bloqueador cada horas o después de bañarte en el mar y después de sudar excesivamente.
El agua, la hierba, la arena y la nieve reflejan los rayos solares, aumentando los efectos de las radiaciones sobre la piel, por lo que hay que utilizar fotoprotectores más altos.
Evitar largas exposiciones al sol. Se recomienda no excederse de dos horas continuas.
Procurar no dormirse al sol.
No utilizar colonias, desodorantes u otros cosméticos en la exposición al sol, pudieran producir manchas.
Cuidarse del contacto con el limón ya que produce hipersensibilidad solar.
Proteger la piel con ropa, los ojos con lentes de sol y la cabeza con un sombrero de ala ancha.
Hay medicamentos como antibióticos, anticonceptivos orales, antiinflamatorios, ansiolíticos y productos cosméticos que producen en la piel una reacción a la exposición solar. Consultar con el médico.
En caso de enrojecimiento tras la exposición al sol es necesario el uso de un producto cosmético adecuado, aplicar agua fría y mucha crema humectante. Se deberá evitar la exposición hasta que la piel esté recuperada.
En casos especiales: embarazo, patologías cutáneas, trabajadores al aire libre, individuos con antecedentes familiares de cáncer y fototipos muy bajos I y II, aplicar productos de alta protección o evitar tomar el sol.
fotografias: Ecuavisa, Unimel