El estado de nuestro cabello puede ser fruto de muchos factores, como los cuidados que le hemos dado, si ha sido sometido a algún proceso químico como tintes, alisado, rizador, decoloración… el estrés, nuestro estilo de alimentación, contaminación y por supuesto, la genética y nuestras hormonas afectan mucho a nuestro cabello haciendo que se encuentre en un estado u otro.
CABELLO SECO:
Un cabello seco se ve desnutrido y deshidratado, la fibra no está protegida porque no produce la cantidad suficiente de sebo, su agua se evapora, las puntas se abren, se encrespa, se enreda y se rompe con facilidad, el cabello luce sin brillo y el cuero cabelludo se irrita. Para tratar un cabello seco hay que hidratarlo mucho, para ello utiliza productos hidratantes como mascarilla (mira aquí la diferencia entre mascarilla y acondicionador). Utiliza productos que se cataloguen para cabello seco, nutrición hidratación o para cabello estropeado.
CABELLO GRASO:
Por el contrario, el cabello graso produce sebo en exceso notándose sucio, sin volumen, con un brillo que no es brillo, sino que se nota aceitoso, tiene tendencia a durar poco tiempo limpio, se ensucia con facilidad, pueden sentirse picores e incluso producirse caspa. Utiliza productos equilibrantes, seborreguladores o catalogados como para cabello graso. En éste artículo puedes leer 11 consejos para mejorar el cabello graso.
CABELLO MIXTO:
El cabello mixto es muy común que se dé en personas que utilizan mucho el secador, planchas, tenacillas, que se aplican productos de alisado o se exponen al sol. Este tipo de cabello a veces se confunde con el graso ya que las raíces se ensucian con mucha facilidad, pero las puntas y medios quedan secas, apagadas y sin vida. Al igual, el tratamiento es más complicado que con los dos anteriores: si usamos productos para cabello graso, las puntas se secarán aún más, y si tratamos con productos para seco, las raíces se engrasarán más, por lo que habrá que hacer tratamiento por separado.
CONSEJOS ESPECIALES PARA TRATAR EL CABELLO MIXTO:
Champú: utiliza un champú purificante que no hidrate demasiado. Masajea en las raíces y arrastra un poco hacia los medios antes de aclarar. Aclara siempre con agua lo más tibia posible.
Exfoliante: puedes darle un capricho a tu pelo si utilizas un exfoliante, masajea en el cuero cabelludo para eliminar restos de productos, polución o células muertas.
Acondicionador: las puntas necesitan acondicionador para repararlo y darle vida. Masajea por las puntas y sube hasta los medios sin aplicar en las raíces ya que si no, daría aspecto de aún más graso.
Aceite: A demás de usar el acondicionador en la ducha, está bien volver a hidratar en cualquier momento del día. Esto puedes hacerlo con aceites o serums. Aplica igual que el acondicionador sólo en puntas.
Elige los productos adecuados para tu cabello y luce pelazo!