Los pasos son muy sencillos:
- Divide toda tu melena en dos.
- El paso más complejo, pero no difícil, es quizás el comienzo de las trenzas. Tendréis que dividir toda la melena en tres y coger los dos mechones más pegados a la raíz. Entrelazáis estos y metéis justo en el centro el mechón que no habíamos usado. Lo más importante es que la dirección sea hacia el rostro.
- A partir de aquí solo quedará hacer una trenza holandesa de tres cabos, es decir, llevando los mechones laterales hacia el centro, pasándolos por debajo de la porción que ocupa dicho lugar.
- Una vez terminemos nuestras trenzas las sujetaremos con una goma y pellizcaremos suavemente para engordarlas.
- Pasalas por la zona frontal de la cabeza y sujetalas con horquillas intentando ocultar las gomas.
¡Perfectas para cualquier ocasión!