Necesitamos: sombras de colores (mejor con brillo), recipiente para poner nuestra sombra, molde, alcohol, y un algodón que nos ayude a crear nuestro producto.
1. Cogemos las sombras de colores que queremos que configuren la nuestra. Rompemos y mezclamos en el molde con unas gotas de alcohol hasta hacer una pasta. La ponemos sobre el recipiente y colocamos la pasta dándole forma con el algodón a nuestro gusto.
2. Una vez colocado el primero, repetimos la misma operación con el resto hasta completar nuestro recipiente. Cuando lo tengamos relleno ponemos un algodón encima, y sobre este, una tapa que haga peso para eliminar lo sobrante y que quede perfecto. Ahora solo falta dejarlo unas horas para que se seque, aunque podemos meterlo al frigorífico y acelerar este paso.
3. Por último, recordaros que las variantes que nos da esta idea son incontables. Podemos hacer iluminadores con sombras color tierra y coloretes con tonos en bronce y rosa. Las formas y combinaciones solo tienen un límite: tu imaginación.
¡Es una idea fantástica!