La morfología del rostro es determinante en el maquillaje y sobre todo, en el diseño de las cejas, donde además de las pinzas, intervienen el lápiz, el hilo, los pigmentos de color y nuevos productos que aparecen en el mercado específicos para ellas.
De la misma manera que las luces y las sombras permiten dar forma al ojo y el colorete contribuye a estructurar las facciones para conseguir la armonía entre ellas, todas estas herramientas facilitan un diseño personalizado de las cejas, que son un elemento fundamental en el rostro, por su poder para transformar la mirada, determinar su expresión y dotar de equilibrio a la cara.
Como punto de partida para acometer la primera depilación y como guía de referencia para mantener la forma conseguida, debemos trazar cuatro líneas fundamentales.
D. Es la línea imaginaria que nace en la aleta de la nariz, discurre por el vértice del lacrimal y finaliza en el nacimiento de la ceja. Lo que salta de esta línea, sobra.
F. Desde la aleta de la nariz hasta la cola de la ceja. Determina su final, al pasar necesariamente por el vértice externo del ojo.
E. Es la más importante por determinar la posición del ángulo. Se trata de la línea imaginaria que discurre pegada al borde externo del iris, cuando se mira hacia delante.
B. Es la guía horizontal del esquema. Marca el punto más bajo del nacimiento de la ceja, que debe coincidir con el punto final de la cola.
Reconocer el óvalo propio frente al espejo no siempre es fácil. De hecho, la mayoría de los errores en la aplicación del maquillaje se debe al desconocimiento de su estructura y al rígido seguimiento de una técnica generalizada, que no favorece en todos los casos. A veces es necesario acudir a un profesional para que nos haga un diseño de cejas acorde con nuestros rasgos. Mara Amandi tiene un amplio conocimiento del rostro, así como el de los huesos y el tejido que constituyen su morfología, determinando con exactitud los puntos de referencia para averiguar la forma redonda, ovalada, corazón, cuadrada o alargada de cada uno. Especialmente adecuado para darle forma a las cejas, porque de ellas depende algo tan importante como la expresión del rostro.
RROSTRO REDONDO. Las cejas pueden desempeñar un papel estilizante en este óvalo juvenil generalmente, que se caracteriza por la presencia de mofletes. Las cejas deben ser gruesas y definidas, con un arco que contrarreste el volumen de las mejillas.
ROSTRO OVALADO. Se dice de él que es el rostro ideal por contar con las medidas perfectas. Proporciones clásicas que admite cualquier tipo de cejas. La elección de un diseño arqueado o anguloso, depende más de la forma de los ojos, que de su óvalo simétrico.
ROSTRO CORAZÓN. También llamado de "triángulo invertido" por presentar unos pómulos prominentes, especialmente anchos respecto a la barbilla, requiere un diseño suavizado de las cejas, sin picos ni ángulo pronunciado.
ROSTRO CUADRADO. Para estilizar esta morfología, que se caracteriza por tener el mismo volumen en la mandíbula que en la frente, se recomienda arquear las cejas, dotándolas de una forma más triangular.
ROSTRO ALARGADO. De la misma manera que el cabello corto le favorece por contrarrestar su estructura longitudinal, el diseño horizontal de las cejas contribuye a acortar la percepción óptica del óvalo alargado.