El color camel es muy de los años 70, y por qué no decirlo, muy de abuela (supongo que por sobrio y por combinar prácticamente con todo), necesita que le des una vuelta de tuerca si lo quieres lucir con total frescura. Así pues, combínalo con el negro para resultar sofisticada, pero si lo que buscas es lucir un looks más minimalista y elegantes, entonces suavízalo con el eterno gris. El gris, como gran básico que es, también estará presente este año en todas sus versiones, desde su tono más oscuro - el marengo - hasta los más níveos -plata o hielo.
Pero si hay una prenda imprescindible donde el camel es obligatorio, es un abrigo. ¡Cómpralo ya!, pues te aseguro que no pasará de moda. Yo misma tengo uno de JIU&LO que tendrá unos cuantos años, y sin embargo sigue tan fresco. Es más, tiene el cuello de piel (falsa, supongo), algo que afortunadamente este año también será un must en cuanto a detalles. Pero ¿cuáles son las mejores combinaciones?
Si estás pensando en ir a por el color camel a saco (en sus todos sus tonos), opta por un total look. Si eliges además cazadora en charol o capa, el acierto será doble.
O si buscas un look en su justa medida, el 50/50 es la solución. Mira este look, con falda midi, que armoniza increíblemente con el gris de la camisa, gracias a que ambas telas son satinadas.
Para rejuvenecer un abrigo o gabardina camel, nada mejor que elegir un modelo sencillo y combinarlo con las sneakers de moda.
O bien, con pantalones vaqueros rotos pero elevando en este caso el nivel de sofisticación con unos tacones
Y desde luego, dónde de ninguna de las maderas puede faltar esta elegante combinación camel/gris, es en el trabajo (aunque con la camisa un poco más cerrada:-)
Y ¡recuerda!, que no falte el abrigo. Si hace falta consigue uno que diga aquí estoy yo y llévalo solo
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